El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, ha reaccionado a la decisión del TSJC de mantener, por ahora, las elecciones al 14 de febrero reivindicando que su partido ya había anunciado "las graves dudas jurídicas sobre lo que estaba haciendo el Govern".

En un acto en el Círculo de Economía con la presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, Iceta ha explicado que si el Govern y el resto de partidos hubieran aceptado "el aplazamiento técnico de cuatro semanas" que ellos propusieron, "seguramente esto no habría pasado" porque "salvaba el proceso electoral y daba garantías" jurídicas.

Así pues, Iceta no ha escondido su satisfacción, ya que el PSC fue el único partido del Parlament contrario al aplazamiento, y ha instado a "acatar la decisión judicial y esperar que el tribunal resuelva de manera definitiva". Precisamente, el tribunal tendrá que decidir en los próximos días si hay motivos para aplazar las elecciones, ya que hoy sólo ha aceptado las medidas cautelarísimas.

Sin embargo, Iceta ya ha hecho un llamamiento a arrancar la maquinaria electoral "porque la aceptación de las cautelarísimas implican que el decreto del 14-F continúa vigente". Ayer mismo, la vicepresimera secretaria de los socialistas, Eva Granados, reveló que suspendían la campaña e instó al resto de partidos a hacer lo mismo.

El diputado Ferran Pedret ha apuntado en declaraciones en el Planta Baixa de TV3 que "el Govern no podía de ninguna de las maneras hacer una nueva convocatoria electoral, y aquí radica buena parte del problema que habíamos ido advirtiendo".

La sombra del PSC en los recursos

Preguntado sobre si el partido cree que el TSJC les ha dado la razón, Iceta ha echado pelotas fuera y ha asegurado que eso no puede ser porque no presentaron ningún recurso al decreto de aplazamiento. "No se trata de dar o sacar razones, sino de hacer las cosas bien", ha dicho.

Ciertamente, el PSC no lo hizo, aunque no habían descartado hacerlo. Pero sí que lo hicieron dos formaciones afines a los socialistas, la Lliga Democràtica y Federalistes d'Ezquerres. La primera negoció con el PSC hasta el último día un acuerdo para presentarse en coalición a las elecciones y la segunda se encuentra en la órbita ideológica del partido. Por este motivo, partidos como ERC y JxCat acusaron a los socialistas de utilizar estas organizaciones para "hacerles el trabajo sucio".