Ya hace bastantes horas que no comen. No son muchas, pero suficientes para que la fatiga se apodere de estos dos activistas que han iniciado una huelga de hambre. Jaume Sastre y Carles Furriols reciben a ElNacional.cat en la sede del Consell Local de Vic del Consell per la República. Se tumban en una pequeña habitación de la calle Jaume I el Conqueridor. Las paredes son de color beige; y en su interior únicamente hay dos camas, dos mesillas de noche y muchas sillas. Esperan muchas visitas. Las camas, estrechas y cortas, serán imprescindibles durante unos días que se harán largos y muy largos. Uno de ellos ya tiene experiencia en huelgas de hambre. En 2014 dejó de comer para protestar contra la política educativa del gobierno de José Ramón Bauzá en las Islas Baleares. Ahora, Sastre, acompañado de Furriols, protesta contra el acuerdo de modificación de la Ley de Política Lingüística que abre la puerta a incluir el castellano como lengua vehicular en la escuela catalana.

Carles Furriols Jaume Sastre - Marc Sanyé
Carles Furriols y Jaume Sastre, momentos antes de la entrevista con ElNacional.cat

"Yo vengo a acompañar a Jaume, por prescripción médica no podré durar mucho durante esta huelga de hambre porque ahora mismo estoy en tratamiento, a causa de mi estado de salud". 'Furri' -tal como se le conoce en Vic- conoció a Jaume a través de la Asamblea de Representantes del Consell per la República, y desde entonces han tejido una buena relación que los ha llevado hasta esta pequeña habitación de una calle de la capital de Osona. Argumenta qué es lo que, según él, los mantiene a los dos tan unidos: "Siempre hemos estado por la desobediencia y la lucha no violenta". "Yo, aparte de ser médico, he estado en algunas guerras, y he sentido el olor de la piel quemada por el napalm en la guerra de Angola; es por eso que siempre he defendido que esta guerra nuestra tiene que ser no violenta", asegura Furriols.

Estos días los dos activistas solo tomarán agua, sal y azúcar. Solamente unas horas después del inicio de la huelga de hambre, los dos se encuentran bastante bien. "Mucha gente tiene una idea sobre la huelga de hambre relacionada con tener dolores y molestias, pero no tiene nada que ver con eso", explica Sastre. "La última vez únicamente tuve dolor de cabeza en algún momento; no quiero estar pendiente de ir escuchando mi cuerpo, y es por eso que las visitas que ya hemos ido recibiendo e irán llegando nos van muy bien, porque nos dan mucha fuerza," añade.

 

 

Los días se harán muy largos a partir de ahora. El Parlamento tenía previsto votar la modificación de la Ley de Política Lingüística el próximo 28 de abril, pero Junts per Catalunya presionó para aplazarlo y buscar más apoyo social. La falta de consenso constante en este aspecto hace que Sastre y Furriols no puedan saber hasta cuándo se puede alargar esta protesta. ¿Hasta el final? Los presos políticos iniciaron en 2018 una huelga de hambre para protestar contra su encarcelamiento, pero Jordi Sànchez ya dejó claro que llegar hasta el final absoluto no era una opción porque no pretendía hacer "pornografía" ni convertirse en el "Bobby Sands catalán". Sastre asegura en su conversación con ElNacional.cat que "una huelga de hambre tiene un fuerte componente psicológico". "En su momento ya dije que mi vida estaba en manos de Bauzá". ¿Y ahora? ¿En manos de quién está? "Está en manos de una serie de actores, no solo uno; y si yo digo que no quiero hacer de Bobby Sands, estos actores estarán tranquilos". "Nosotros no tenemos ninguna prisa", añade Furriols.

 

 

Un Estado independiente

Para los dos, es imprescindible que Catalunya se convierta en un Estado independiente a fin de que una lucha de este tipo no se tenga que volver a repetir. "No podremos salvar la lengua hasta que no podamos hacer nuestras propias leyes", manifiesta Sastre, que insiste en que "a los Estados nadie les cuestiona que puedan utilizar su lengua dentro de su territorio, pero a las colonias se nos cuestiona siempre que podamos actuar como un Estado".

 

 

De hecho, los dos activistas pronostican que una modificación de la Ley de Política Lingüística Catalana puede tener consecuencias desastrosas en el País Valencià y en las Islas Baleares, ya que puede crear jurisprudencia. Como la lucha contra la lengua catalana es, según Sastre, una "operación de Estado", es únicamente "cuestión de semanas" que los ataques por parte de la justicia española a la lengua catalana lleguen a tierras valencianas y baleares. "Siempre nos tienen muchas ganas como pueblo que somos, y ahora más que nunca; con nosotros están haciendo un proceso de asimilación lingüística y cuando tengan el 25% querrán el 30%, después el 60% y después el 100%", añade Furriols. Y asegura que "tal como decía Rosa Parks, cuanto más obedecemos, más nos maltratan".

 

 

¿Cómo se combate la asimilación y el 25%?

"Con insumisión lingüística". Seguramente, el motivo por el cual ahora Jaume Sastre ha optado para hacer una huelga de hambre se debe al hecho de que ya está jubilado. "Si estuviera en activo, yo ya me habría implicado en una asamblea de docentes y familias; es importante que todo el mundo se haga la pregunta de cómo puede luchar" contra la injerencia de la justicia española en la escuela catalana. Según él, es todo un "problema global" -que afecta incluso a políticos a través de inhabilitaciones- que requiere "una respuesta global". Además, Furriols, invita "los maestros, padres, sindicatos, sociedad civil y directores de escuela" a reflexionar sobre "la cantidad de gente" que ellos representan y la fuerza que tienen para sacar adelante la insumisión lingüística.

Carles Furriols Jaume Sastre - Marc Sanyé
Carles Furriols y Jaume Sastre en la habitación donde duermen estos días

Carles Furriols abandona la huelga de hambre

Horas más tarde de haberse publicado esta entrevista, Furriols ha anunciado en su cuenta de Twitter que abandona la huelga de hambre "por prescripción médica". Su estado de salud hace que seguir con esta huelga de hambre sea un riesgo por su vida. "Estoy satisfecho con el eco y con los efectos que ya empiezan a notarse a nivel social y de haber hecho un acompañamiento a Jaume Sastre", ha escrito en sus redes sociales. A este tuit han respondido los exconsellers Jordi Turull y Josep Rull, que le han trasladado su "cariño" y han destacado su carácter "firme e incansable". Ambos hicieron huelga de hambre en 2018 para protestar contra su encarcelamiento político.