La embajada de Grecia en Madrid ha informado hoy al Ministerio de Asuntos Exteriores del cese de su cónsul general honorario en Barcelona, Fernando Turró iHomedes, cuya destitución pidió al Ejecutivo español el mes de octubre pasado por "agravios en la bandera de España".

En un comunicado, Exteriores informa que la embajada griega ha comunicado hoy el cese de Turró y recuerda que este cese "ya fue adelantado" por el ministro de Exteriores, Josep Borrell, el pasado 17 de octubre. "El Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación recuerda que las actuaciones llevadas a cabo por los cónsules honorarios acreditados en España tienen que ser compatibles con la normativa internacional que regula las funciones oficiales que tienen encomendadas", añade el comunicado.

La causa del cese es que el cónsul participó en diciembre del 2017 en un acto con el presidente en el exilio, Carles Puigdemont, y acudió a la última Diada con la camiseta de la ANC. A raíz de estos hechos, la introductora de embajadores, Caridad Batalla, citó al embajador de Grecia el pasado octubre y este habría aceptado el cese. Este lunes la embajada lo ha hecho efectivo y ha informado al gobierno español.

El cónsul honorario de Grecia negó "rotundamente haber cometido ningún agravio en la bandera española". En una carta, defendió que durante todo el periodo en que ha sido cónsul honorario ha ejercido las funciones consulares respetando "escrupulosamente tanto las obligaciones del cargo como la neutralidad política hacia los asuntos internos españoles".

El cese todavía no se había hecho efectivo a causa de un retraso por factores internos de la política griega; el ministro de Asuntos Esrangers, Nikos Kotzias, acababa de dimitir cuando se pidió la destitución y el primer ministro, Alexis Tsipras, había tomado posesión de la cartera de manera temporal.

Esta no es la primera vez que España fuerza el cese de un cónsul honorario en Catalunya porque su opinión sobre el proceso catalán no coincide con la del gobierno español, pero hasta ahora esta práctica sólo la hacía el gobierno del PP. Mariano Rajoy cesó a cuatro cónsules en los últimos años, los de Finlandia, Filipinas, Letonia y Bulgaria.