La portavoz del PSOE en el Senado, Eva Granados, ha asegurado este lunes que la reforma laboral del PP no se puede "derogar" totalmente, sino sólo reformar. Según ha explicado Granados, una derogación total de la ley -lo que defiende Podemos- implicaría un retorno al estatuto de los trabajadores, "que es mucho menos garantista que las reformas que tenemos". La socialista, pues, ha reivindicado establecer con la reforma "un nuevo marco laboral", y a pesar de las disputas, ha afirmado que "todo el gobierno de España está comprometido" a impulsarlo.

Granados lo ha dicho en una entrevista en la Ser Catalunya, donde ha restado trascendencia a las discrepancias públicas entre el PSOE y Podemos por la reforma laboral. Según ha afirmado, las desavenencias no se pueden calificar de "crisis" sino que son "movimientos normales" sobre aspectos "importantes" de la reforma laboral. La socialista ha insistido en que "una cosa es el ruido a través de los medios de comunicación" y otra la situación real.

En este sentido ha recordado que las dos formaciones del gobierno de coalición se encuentran inmersos en una negociación "que hay que abordar de manera coordinada dentro del gobierno". "Es normal que sea la vicepresidenta Díaz quien coordine la negociación con los agentes sociales, pero es una reforma estructural muy importante" que afecta a otros ministerios, y por lo tanto "quien mejor puede coordinar es Nadia Calviño, que lleva los temas económicos en el Consejo de Ministros."

La pugna con Podemos

Esto choca con la voluntad de Podemos que sea la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, quien comande esta derogación. Asimismo lo ha reivindicado hoy mismo el portavoz de Catalunya en Comú, Joan Mena, que ha alertado que no tolerarán que se introduzca la figura de Calviño para "rebajar" lo que se tiene que hacer con la reforma y que "se haga a medida de la patronal".

Y es que aunque Granados quiera rebajar la crisis del gobierno, hay que recordar que este no es el único asunto que divide a los socios de la Moncloa. La ley mordaza y la supresión del acta de Alberto Rodríguez también han enfrentado a ambas formaciones. Y aunque Mena no ha querido pedir la dimisión explícita de la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, por este asunto, sí que lo ha hecho el exlíder de Podemos y exvicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias.

En declaraciones en Rac1, Iglesias ha afirmado que Batet "tendría que dimitir por propia dignidad" porque la retirada del escaño a Alberto Rodríguez "es una barbaridad" y el juez Manuel Marchena "se ha reído". El exvicepresidente español ha denunciado que el primer "abuso" fue "la condena a Alberto sobre la base de un montaje policial increíble", pero lo que ha hecho Batet a continuación "no tiene nombre".

 

Imagen principal: la portavoz del PSOE en el Senado, Eva Granados, en una imagen de archivo / Foto: Eva Ercolanese