La consellera de Presidència, Neus Munté, considera "del todo ideológica" la segunda querella contra la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, y parte de la Mesa que hoy el TSJC ha admitido a trámite. "Lo que representa no es otra cosa que la persecución de formas de pensar, de ideologías. Eso lo consideramos desde el Govern muy y muy grave", ha advertido.

La sala civil y penal del TSJC ha decidido hoy admitir a trámite esta segunda querella por la aprobación de dos resoluciones sobre el referéndum independentista y acumularla a la primera presentada contra Forcadell por haber permitido la votación de las conclusiones de la comisión del Procés Constituent.

Asimismo, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Govern, la portavoz ha expresado un cierto mea culpa ante su intervención del martes pasado cuando quiso desmentir la celebración de una entrevista entre Mariano Rajoy y Carles Puigdemont en la Moncloa, que poco después se confirmó.

"Me podría haber explicado mejor y haber sido más acertada. En el sentido de decir que la agenda pública es pública, como su nombre indica, y esta agenda pública es la que nosotros explicamos", ha argumentado. Según la consellera, hay hechos que forman parte de una agenda privada, que "se enmarcan en el terreno de la discreción" y esta discreción en política y en un momento excepcional "es un valor".

En cualquier caso, ha insistido en que no hay ninguna negociación con el Govern y que el encuentro pendiente con el ejecutivo español no se ha producido.

Munté ha sido interrogada también sobre el juicio por el caso Millet que empieza mañana en el TSJC, ante el que ha expresando el deseo del Govern "que se produzca con el máximo de garantías y con la mayor agilidad por parte de la administración de justicia, en este como en otros casos."

Por lo que hace a la propuesta de reforma del reglamento del Parlament con el fin de agilizar la ley de desconexión, ha querido separar ambos hechos y ha asegurado que se trata de una reforma global y "forma parte de la dinámica de los debates propias de la Cámara". "La reforma de un reglamento se hace pensante en el día a día y en muchas dinámicas, no en una única tramitación, ha asegurado".