El Gobierno de Pedro Sánchez ha decidido repatriar a Vandellòs (Baix Camp) los residuos nucleares provenientes de esta central que tiene almacenados en Francia, a la espera de aclarar donde se ubica un almacén general para estos materiales y si realmente se construye. En medio de estas dudas, desde el 2017 el Gobierno ya ha pagado 125 millones de euros de penalización a la empresa francesa Orano Recyclage por no haber repatriado los residuos, según informa El Economista. En concreto los residuos son combustible de la planta Vandellòs 1, que dejó de operar en 1989, y para reubicarlos el Gobierno prevé construir de forma temporal un almacén en la antigua central donde se depositarán los restos radiactivos. Este almacén tendría que entrar en funcionamiento en 2027.

Pedro Sánchez no quiere el almacén centralizado en Cuenca

Los residuos de Vandellòs 1 inicialmente tenían que ir a un Almacén Temporal Centralizado (ATC) que se construía en Villar de Cañas (Cuenca), pero el flamante gobierno de Pedro Sánchez lo paralizó en julio de 2018 y la Secretaría de Estado de Energía remitió dos cartas al Consejo de Seguridad Nuclear y a la Secretaría de Estado de Medio Ambiente, denegando los permisos de construcción. Esta medida provocó un cambio sobre el método elegido para almacenar residuos nucleares, pero no está claro cuál será la solución final.

De momento, la solución temporal que propone el Gobierno es que cada una de las centrales nucleares que quedan en España almacene sus propios residuos a la espera de que, en una fecha por concretar, se construya lo que los expertos denominan un Almacén Geológico Profundo (AGP), una instalación de lo que se empezó a hablar a finales de los 80 y que tendría que complementar de forma secundaria el ATC, donde los residuos estarían solo durante una primera fase que duraría entre 60 y 100 años. Ahora, desde el Ejecutivo español, se pretende agilizar la construcción del AGP, que no tiene ni siquiera emplazamiento escogido pero que, en el mejor de los casos, no estaría a punto hasta el 2073. En contra de la opinión del gobierno Sánchez, Finlandia, Francia, Gran Bretaña, Suecia y Suiza ya tienen o construyen instalaciones similares a un ATC, que centralizan los residuos.

España optó inicialmente por reprocesar el combustible gastado de las centrales de Vandellòs I, Jose Cabrera y Santa María de Garoña, en instalaciones de Francia y el Reino Unido. Esta práctica se interrumpió en 1982, excepto para la primera, porque su combustible era de un tipo diferente al de las centrales de agua ligera, y se tuvo que reprocesar íntegramente, por razones técnicas. Desde el inicio, los diferentes gobiernos españoles han pactado retornos de residuos con la marca francesa, pero ninguno de ellos se ha cumplido. Ante eso Orano Recyclage pactó una penalización para prolongar el almacenaje de los residuos que apuntaba que en caso de incumplimiento de la fecha de retorno de los residuos fijada en el 30 de junio de 2017, se aplicaría sin carácter retroactivo un recargo diario. De este recargo, salen los 125 millones pagados hasta ahora por los residuos de Vandellòs 1, que pueden llegar a 320 millones, antes de que se inicie la vuelta. Una parte de este dinero, sin embargo, retornará a España cuando se realice la devolución.