Si no es posible una investidura antes del 23 de septiembre, fecha límite fijada por la ley electoral, el Gobierno estará en funciones cuando llegue la sentencia del Tribunal Supremo sobre el juicio en el procés. Así lo ha querido advertir este viernes la vicepresidenta Carmen Calvo, horas después del fracaso de la investidura de Pedro Sánchez. "Nos preocupa", ha admitido la dirigente española, que ha instado a poner remedio consiguiendo una investidura efectiva.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de este viernes, donde ha eludido la autocrítica de los socialistas, Carmen Calvo ha advertido que "si los demás no asumen su parte de la tarea, estaremos en funciones para dar una respuesta de manera cohesionada". Ha subrayado su "preocupación" e "inquietud", porque es un asunto que afecta "a la convivencia y la calidad de la democracia española". En caso de que no se consiga investidura antes del 23 de septiembre, se disolverán las Cortes españolas y se convocarán elecciones para el 10 de noviembre.

"Nos gustaría que en aquel momento no hubiera gobierno en funciones y poder dar una respuesta absolutamente tranquilizadora", ha insistido Carmen Calvo al inicio de la comparecencia, que también ha servido para dar por agotada la oferta de coalición a Unidas Podemos. Justamente la sentencia del 1-O también puede afectar a una hipotética investidura en septiembre, poniendo más difícil la abstención de los diputados de ERC, como ha advertido en varias ocasiones al portavoz republicano Gabriel Rufián.