Enric Millo, delegado del gobierno español en Catalunya, se ha sacudido responsabilidades de las dificultades que los catalanes en el exterior han tenido para votar en las elecciones del 21- D. Acompañado del secretario general técnico del Ministerio del Interior, Juan Antonio Puigserver, ha asegurado este miércoles que si algunos catalanes residentes en el extranjero tienen problemas para votar a las elecciones del 21-D es por culpa de los servicios postales de los respectivos países.

La polémica ocurre por las quejas de muchos catalanes que han encontrado anomalías y dificultades a la hora de ejercer su voto. La denuncia la han realizado los voluntarios que se han organizado para hacer supervisar el voto exterior a los consulados de todo el mundo. De los más de 226.000 electores censados en el extranjero, sólo 39.521 han pedido votar y se les ha aceptado hacerlo, un 17,5% del total pero un 81% más que en el 2015.

Según han informado, el material de voto no ha llegado a algunas ciudades o lo ha hecho demasiado tarde. Además, han afirmado que en algunos consulados el personal funcionario y diplomático no les ha permitido tomar nota de los votos por correo que han llegado y que, por lo tanto, sólo han podido anotar el voto presencial.

Por su parte, Millo y Puigserver no han cogido las riendas del problema y, en ningún sitio de asumir responsabilidades, han recordado que desde el día siguiente de la convocatoria de elecciones los residentes en el extranjero podían pedir el voto por correo. A partir de ahí han explicado que entonces se activa la maquinaria para que la delegación provincial del censo electoral respectivo envíe a su domicilio las papeletas y el sobre. Para argumentarlo, Puigserver ha dicho que no es el mismo el servicio de correos francés, por ejemplo, que el de otros países.