La intervención del diputado de Vox en el Parlament, Ignacio Garriga, ha servido para constatar que este partido de ultraderecha se quiere centrar en cargarse todos los tejidos asociativos que conforman un estado del bienestar y la sociedad de este país. Fuera las ONG's, sea cuál sea, fuera el feminismo y ahora también, fuera el modelo de escuela catalana y sus promotores.

En su discurso de hoy ha ido más allá y ha pedido "expulsar a los activistas independentistas de las escuelas". Previamente, eso sí, dando la conformidad mínima para que se pueda aprender el catalán pero advirtiendo que esta lengua "nunca puede ser un obstáculo para que cada niño pueda aprender con la lengua que quiera él o su familia".

Los inmigrantes, el gran objetivo de Vox

En el listado de reproches, obviamente, tampoco se ha olvidado del gran colectivo que les está haciendo ganar votos cada vez que carga contra ellos: los inmigrantes. "Nada más inhumano que engañar los de fuera a venir mientras las ONG's se hacen ricos. Y las madres no pueden tener miedo a que sus hijos vuelvan de noche a su casa. Tienen que exigir la expulsión inmediata de todos los inmigrantes". Para suavizar el titular, Garriga matiza que se refiere a los "ilegales" pero considera que las organizaciones sin ánimo de lucro, como Open Arms, que rescatan los inmigrantes son corruptas. "Negocios" que equivale a lo que genera el feminismo, según Vox.

Otros aspectos con que Vox tampoco está de acuerdo son las políticas ecológicas o la protección de los más vulnerables en materia de vivienda. De hecho, se carga todo el programa que el president Pere Aragonès se ha fijado por|para esta legislatura y en el terreno del medio ambiente, está convencido que los grandes salvadores pueden ser "los hombres del campo", poniendo el acento en el género masculino, a los que asegura que el Govern "tiene abandonados".

Si damos un salto en materia política estricta, de la mesa de diálogo, Garriga la define como una "mesa de extorsión". Y asegura que "los golpistas" acabarán haciendo acto de presencia. Vox se muestra preocupado por "el efímero referéndum del 2030 que han marcado los independentistas". Mientras que repite el mantra de la victimización: "Ustedes promueven el odio a los que no coinciden con Ustedes y matan civilmente a los que no pueden ejercer su libertad de expresión. A cada insulto, amenaza o piedra nos sirve de impulso para seguir adelante". Su discurso ha acabado con los residuales aplausos de los diputados de Vox.

Fotografía de portada: imagen de recurso de Ignacio Garriga, esta mañana en el Parlament de Catalunya