El espejismo no ha durado ni 48 horas. Después de que el presidente español Pedro Sánchez y el canciller alemán Olaf Scholz hicieran un frente común en favor del favor del gasoducto Midcat, Francia, más bien reticente, aseguró que se lo estudiaría. Pero este jueves ha vuelto a cerrar la puerta. Fuentes del Ministerio de Transición Ecológica francés, a las que ha tenido acceso ElNacional.cat rebaten que "aumentar la capacidad de interconexión entre España y Alemania a través de Francia exigiría un refuerzo sustancial de la red francesa que llevaría años y costaría varios miles de millones de euros" y que, por lo tanto, "no es una respuesta a la actual crisis energética".

Estas palabras llegan después de la rueda de prensa conjunta de Sánchez y Scholz, el pasado martes, que hizo que el ministro de Economía francés, Bruno Le Maire, abriera la puerta al proyecto. "Desde el momento que al presidente del Gobierno y el canciller alemán lo piden, desde que los amigos lo piden, examinamos la demanda de nuestros amigos, nuestros socios," aseguraba el ministro macronista desde un foro empresarial.

Ahora, sin embargo, el gobierno francés vuelve a expresar su rechazo a un proyecto que consideran que no da respuesta a la actual crisis energética, magnificada por la guerra de Rusia contra Ucrania. "La construcción de una infraestructura permanente a tan largo plazo, en un momento en que queremos acelerar el abandono de los combustibles fósiles y especialmente del gas natural, de acuerdo con la estrategia europea, no es apropiada," argumentan estas fuentes ministeriales.

El gasoducto Midcat conectaría Francia y España a través de los Pirineos catalanes. Según la vicepresidenta española Teresa Ribera y varios expertos, supondría entre el 2% y el 2,5% del consumo de gas de Europa, que sería transportado desde Argelia.

El apoyo de Alemania

El presidente de España, Pedro Sánchez, y su homólogo alemán, Olaf Scholz, se conjuraron el martes para acelerar la construcción de la interconexión gasística del Midcat, sin el visto bueno del presidente francés, Emmanuel Macron. En una comparecencia conjunta en el palacio de Meseberg, cerca de Berlín, Scholz constató que España cuenta con el apoyo total de Alemania para avanzar hacia la conexión gasística de la península Ibérica con Francia a través de los Pirineos. Berlín incluso aprobaría que la Unión Europea financiara parte importante del proyecto, que inicialmente cifraba en torno a los 440 millones de euros y que Francia ahora estima en unos 3.000 millones. Sánchez se mostró decidido a llevar hasta el final el Midcat, con Macron o sin. Ya que el líder francés está apostando por Italia para que se convierta en el nuevo distribuidor del gas argelino.