Cuando quedan nada más 24 horas para que el Parlament vote el que tiene que ser el nuevo president o presidenta de la cámara, y en plena carrera entre Junts y la CUP para ver cuál de los dos partidos se hace con el cargo, Carme Forcadell ha decantado la balanza. En una entrevista en TV3, la expresidenta del Parlament y dirigente de ERC ha dejado claro que "si quiere ser presidenta", Laura Borràs "tiene todo el derecho", porque "ha sido la candidata independentista más votada después de ERC". Junts decidirá este jueves a quién acaba proponiendo.

El pronunciamiento de Forcadell es noticia no sólo por haber ocupado antes el cargo, sino porque hasta hoy ERC se había mantenido equidistante en la batalla entre Junts y la CUP, cuando menos de puertas afuera. Desde que Sergi Sabrià abrió la caja de los truenos hace unas semanas admitiendo que estaban dispuestos a estudiar la propuesta de los anticapitalistas para presidir la cámara catalana, no había habido ninguna declaración más de las filas republicanas.

Además de reconocer la legitimidad de Junts de aspirar a la presidencia del Parlament como segundo partido independentista, Forcadell ha señalado que "el candidato de la CUP es un hombre", Pau Juvillà. "Yo prefiero a una mujer", ha remarcado. Con todo, en la misma entrevista ha añadido que lo ideal sería una "mujer de izquierdas".

Más allá de la composición de la Mesa, la expresidenta ha asegurado que ERC y Junts podrán recuperar la confianza perdida a lo largo de la última legislatura. Ahora mismo, y tal como adelantan las negociaciones, el escenario más plausible apunta a una repetición del gobierno a dos, entre los partidos de Junqueras y Puigdemont. En cualquier caso, ha reconocido que lo más probable es que, como pasó con Puigdemont y con Torra, el acuerdo llegue en el último minuto.

"Muy sola"

El día siguiente de que el juzgado de vigilancia penitenciaria pusiera fin al tercer grado de los presos de Lledoners, ha apuntado que su caso y el de Dolors Bassa dependen de otros magistrados. Por eso, se ha mostrado esperanzada con que puedan mantener el régimen de semilibertad. A pesar del golpe que supuso la revocación del tercer grado y la retirada de la inmunidad a Puigdemont, desde su punto de vista hay que seguir insistiendo en la mesa de diálogo con el Estado.

Sobre octubre de 2017, Forcadell ha lamentado que se sintió "muy sola" y ha puesto el ejemplo concreto del día 27 de octubre, cuando nadie quiso intervenir en el pleno de la declaración de independencia y sólo ella acabó tomando la palabra.

En la imagen principal, Carme Forcadell en el Parlament. / Sergi Alcàzar