El gobierno de Mariano Rajoy tiene muchas incertidumbres sobre a qué se destinarán los Presupuestos Generales del 2017, o si finalmente el PSOE caerá en las redes de una aprobación que el presidente espera para el primer trimestre del año. Pero si hay un objetivo claro, es que Rodalies seguirá en manos del Estado. "La titularidad de las infraestructuras tiene que seguir siendo del Gobierno", ha dicho el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, durante un desayuno informativo en Madrid, amparándose en que internacionalmente y en el resto de autonomías es así. En su opinión, se puede negociar el contenido del Nuevo Plan de Rodalies, no la propiedad del servicio, cerrando la puerta de nuevo a la demanda de cesión del conseller de Territori i Sostenibilitat, Josep Rull, por "incumplimientos reiterados".

De la Serna se ha defendido que en el periodo de Ana Pastor se había hecho un "esfuerzo importante" inversor con la Generalitat que asegura que se mantendrá. "Sólo en carreteras, se superan los 800 millones de euros. Y del presupuesto entre 2012-16, las inversiones en Catalunya habrían sido del 40% del total en España". Su denuncia es que no se estaría dando "visibilidad" a la acción de Moncloa, y de aquí vendrían el conjunto de visitas de la ministra de Administraciones Territoriales, Soraya Sánez de Santamaría para dar presencia al Estado.

"Indudablemente el AVE tiene que seguir acaparando la mayoría de los recursos de Fomento, porque hemos alcanzado compromisos"

El diálogo se mantiene para el Corredor Mediterráneo, la nacional 240 y 340, u otras cuestiones que "realmente importan a los catalanes". Con esta Operación cubriendo las "sensibilidades" de Catalunya, De la Serna se ha centrado en explicar cómo irán el resto de inversiones. Una partida fija para todo ejecutivo español es mantener la construcción de la Alta Velocidad. Hasta 3 de cada 4 euros invertidos son a Fomento, y según adelantaba su titular, "indudablemente el AVE tiene que seguir acaparando la mayoría de estos recursos", porque hay promesas electorales a cumplir y otras obras en marcha.

"Haremos nuevos tramos, porque hemos asumido compromisos y los cumpliremos", ha explicado De la Serna, rodeado de empresarios del sector como Florentino Pérez, el presidente de AENA, entre otros miembros de la patronal dedicada a las infraestructuras terrestres y aeroportuarias. "¿Pero me puede recordar cuáles son los tramos pendientes?", le pedía el moderador del acto. "Buf, eso requeriría un desayuno completo", bromeaba él. "Por ejemplo, el Santander-Madrid, la y griega vasca, o el AVE en Galicia, que es un compromiso de Rajoy", relataba.

La cuestión es que las líneas de ferrocarril permiten exhibir músculo ante la comunidad internacional. Al encuentro no han faltado embajadores y diplomáticos, mientras De la Serna recordaba que el Estado es el segundo país del mundo con líneas de alta velocidad, detrás de China. "Estamos orgullosos de la Marca España", explicaba, ante sus compañeros de gobierno, el ministro de Justicia, Rafael Catalá, Secretarios de Estado o la presidenta del Congreso, Ana Pastor. Tampoco ha faltado un agradecimiento a la tarea del monarca Felipe VI en las relaciones con Arabia Saudí.

"Reversión de las autopistas en especial situación económica" es como De la Serna hace referencia al rescate de las radiales

Paradójicamente, si hay un elemento que saca los colores a De la Serna es la falta de cultura evaluativa en España con respecto a la inversión pública. Hace unas semanas, el titular de Fomento aseguró durante la sesión de control en el Gobierno que hacían falta organismos "independientes" para la concesión de licitaciones públicas. Aquí es donde el miembro del gobierno ha agachado la cabeza, explicando que no veía "nada fácil" el acuerdo con los acreedores de las carreteras radiales que el Estado prevé rescatar por su cariz deficitario. Eso sí, él lo llama "reversión de las autopistas en especial situación económica".

La contradicción ha emergido entonces cuando ha explicado que los ministerios se tendrían que estrechar el cinturón de cara a la aprobación del presupuesto, pero parece que en él sí tendrán cabida los "dispersos" 3.400 millones de euros que se calcula a priori que pueden suponer esas vías. Un paquete económico que, sin embargo, es "difícil" de anticipar hasta que no se finalice el total del desembolso. La explicación era observada por varios miembros de Ciudadanos, socios de Rajoy, como Miguel Gutiérrez, que tradicionalmente se han quejado del despilfarro de los recursos públicos y la falta "de eficiencia".