Los argumentos esgrimidos por la jueza de vigilancia penitenciaría para autorizar un permiso de 72 horas a Jordi Sànchez no han convencido la fiscalía, que ha presentado recurso ante la Audiencia de Barcelona.

En su recurso, la fiscalía insiste en que el exlíder de la ANC no se arrepiente de los hechos por los cuales lo condenaron y tampoco ha hecho ningún tratamiento al respecto. Que haya cumplido una cuarta parte de la condena y tenga buena conducta no debe suponer obligatoriamente que pueda salir en permiso, continúa el recurso, que reitera que la percepción del interno de los hechos del otoño del 2017 es contraria a los hechos probados a la sentencia del Tribunal Supremo.

También cita declaraciones que ha realizado Jordi Sánchez asegurando que no ha cometido ningún delito y que no pedirá el indulto, y remarca que si ha abandonado el activismo es porque se presentó a las elecciones generales del 28 de abril del 2019 con la marca de Junts per Catalunya.

Reconocer el delito

La jueza de vigilancia penitenciaría avaló el permiso asegurando que "la normativa penitenciaria no impone la obligación del condenado de arrepentirse ni que se declare culpable y que prescinda de su declaración de inocencia". Argumento que no compadece el ministerio fiscal. "No hay una verdadera asunción delictiva", sostiene la fiscalía, que critica que no haya hecho ningún tratamiento para reconducir su conducta delictiva. El hecho de que no existan, como argumentó la jueza de Vigilancia Penitenciaria, no es excusa.

Asimismo, niega que pretenda cambiar la ideología del interno, sino que el vuelo es que Sànchez haga un tratamiento que "lo ayude a comprender que para alcanzar los objetivos que pretende no hay otra vía que la modificación legislativa por las vías legales que la propia ley establece".

Jordi Sànchez disfruta actualmente de un permiso de tres días en la semana para ir a hacer voluntariado en virtud del artículo 102.2. La primera salida fue el pasado 25 de febrero.