Nos remontamos al mes de julio de 2018 cuando una quincena de integrantes del CDR protestaron al ver a Pablo Llarena saliendo de un restaurante de Mont-ras (Baix Empordà). El juez instructor de la causa del 1-O cenaba con el entonces líder del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández-Díaz, en una conocida pollería del municipio. Todo a escasos dos kilómetros de donde se hacía un acto de homenaje a Jordi Sánchez y que reunió a centenares de personas.

Algunos componentes del CDR de Palafrugell (Baix Empordà) se acercaron hasta el establecimiento donde estaba Llarena y protestaron con gritos como "Las calles serán siempre nuestras" o "Bienvenido al Empordà".

Ahora, tres años después de los hechos, la fiscalía pide una pena de un año y medio de prisión "por atentado a la autoridad" para uno de los detenidos por aquella protesta. Además, le pide una multa de 1.500 euros, según explica El Confidencial.

"Movido por su rechazo al magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena Conde, debido a la participación del mismo como magistrado instructor de la causa especial 20907/2017 seguida en el Tribunal Supremo por uno relicto de rebelión en la que han sido procesados los principales líderes independentistas de Catalunya, el detenido fue al aparcamiento del restaurante Can Cou-Cou, integrado en un grupo de unas ocho personas, sobre las 00:30 horas del día 29 de julio de 2018 y esperaron a que el Excmo. magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena Conde saliera con su coche oficial del servicio de escolta", relata el fiscal al escrito que ha tenido acceso el citado digital.

El fiscal indica que una vez localizaron el coche de Llarena, las personas que protestaban lo rodearon para impedir que saliera del aparcamiento. Además, añade que "el acusado con ánimo de menoscabar el principio de autoridad que representa el magistrado, llevando una botella de vidrio en la mano, subió encima del capó del vehículo y lo golpeó en dos ocasiones".

El detenido

La policía española detuvo a un hombre por aquella protesta en las puertas del restaurante de Mont-ras donde cenaba el juez del Tribunal Supremo. El detenido fue trasladado a la comisaría de la Verneda para tomarle declaración. En su momento, su abogado, David Aranda, ya explicó que se le acusaba de un delito de atentado a la autoridad.

El vecino de Palafrugell investigado por participar en la protesta, declaró en marzo de 2019 que estaba ejerciendo su derecho a la libertad de expresión y de protesta. Por su parte, el juzgado de instrucción 4 de la Bisbal d'Empordà investigaba al activista por incitación al odio y atentado a la autoridad. Unos delitos que su abogado tildó de "desproporcionados". "Nadie agredió a nadie y no puede ser un delito de odio porque es para proteger minorías", apuntó la defensa que calificaba la investigación de "absurda".

 

Foto principal: El magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena / ACN