La Audiencia Nacional puso en marcha el año pasado la Operación Judas contra los CDR. Hasta nueve de sus miembros fueron acusados de terrorismo y siete fueron directamente a la cárcel. Pocos meses más tarde, la causa se disolvió como un azucarillo. Eso no ha sido obstáculo para que la Fiscalía de la AN haya situado lo que denomina "movimiento violento independentista catalán" entre las "amenazas terroristas" del 2019. Así aparece en la memoria del año pasado presentada hoy por el Ministerio Público, en el marco de la apertura del año judicial. La fiscal general del Estado, Dolores Delgado, no ha hecho ninguna referencia a ello durante su intervención.

En la valoración actual de la amenaza, la fiscalía señala que "durante el 2019 han seguido produciéndose acciones violentas e intimidatorias del independentismo radical y violento catalán dirigidas contra personas, colectivos e instituciones que posicionan en contra del proceso secesionista". En este sentido, el ministerio público destaca la Operación Judas, en el marco de la cual se produjo nueve detenciones. El "Equipo de Respuesta Táctica (ERT)", sostiene la memoria, "presuntamente estaba en fase de preparar acciones violentas". Mantiene que durante los cacheos "se incautaron sustancias consideradas precursores para la confección de explosivos". Fueron enviados a la prisión provisional por los delitos de pertenencia a organización terrorista, tenencia de explosivos con finalidades terroristas y conspiración para la comisión de estragos. En cambio, no dice nada de su puesta en libertad bajo fianza entre el pasado diciembre y enero.

Por otra parte, la Fiscalía de la Audiencia Nacional se fija en las protestas contra la sentencia del procés. "Dentro de ciertos sectores del independentismo se fueron incrementando progresivamente las movilizaciones y perfilando las diferentes dinámicas, especialmente a través de la plataforma Tsunami Democràtic, sirviéndose de la inmediatez, alcance y privacidad de los canales de mensajería instantánea (fundamentalmente Telegram)", señalan.

"Después de esta sentencia, se sucedieron graves disturbios en diferentes ciudades de Catalunya, especialmente focalizados en Barcelona", relata la memoria. Pone como ejemplos la paralización del aeropuerto del Prat, cortes de carreteras y vías ferroviarias o "ataques a edificios públicos" como delegaciones del Gobierno, conselleries de la Generalitat o comisarías de policía.

Cuando pone cifras al fenómeno terrorista, la Fiscalía General del Estado lo equipara todo. Entre los 25 detenidos en el 2019 del "independentismo violento" hay miembros de ETA, de Segi, de Ernai y, también, de los CDR.