La Fiscalía no ve razones suficientes para interponer un proceso contra la gestión del gobierno de Pedro Sánchez por la pandemia del coronavirus. Vox fue uno de los principales abanderados y se querelló contra el presidente español y los ministros de Sanidad, Salvador Illa, y de Interior, Fernando Grande-Marlaska. Sin embargo, también se han analizado un total de veinte querellas y cuarenta denuncias que proceden de otros actores sociales como la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), consumidores y víctimas de la enfermedad, abogados y sindicatos.

De momento, queda pendiente saber qué dirá la Sala del Supremo sobre el contencioso administrativo que también tiene que resolver una demanda del CESM contra el ministerio de Sanidad por|para la falta de dotación de equipos de protección individual a todo el personal sanitario. Así pues, hay que diferenciar el proceso judicial penal del administrativo. En este último, el Supremo ya notificó el pasado mes de abril a Sanidad sobre la obligación de comunicar al tribunal periódicamente de los medios puestos a disposición para los profesionales sanitarios y la distribución entre comunidades autónomas.

En los próximos días, el Tribunal Supremo fallará sobre la demanda penal. El fiscal del TS Luis Navajas tendrá la última palabra para evaluar la gestión de la pandemia durante la primera ola. Las querellas también se dirigen a presidentes autonómicos como la de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y personal de la administración.

Si sale adelante, a pesar del posicionamiento de la Fiscalía, se enfrentan a querellas por delitos contra la seguridad de los trabajadores, homicidios y lesiones imprudentes, prevaricación, malversación y omisión del deber de socorro, entre otros. Una de las más destacadas es la de Vox, que acusa a Sánchez de falta de previsión durante la pandemia y de tolerar la celebración de manifestaciones cuando ya se conocían datos alarmantes procedentes de China pero también de Europa, en este caso de Italia. Aunque Vox ha puesto el acento en la manifestación del 8M en Madrid, también hay que recordar la que ellos mismos celebraron en el palacio de Vistalegre.