El palo y la zanahoria. Es lo que ha exhibido el representante del ministerio fiscal en el final del juicio a tres jóvenes, a quién inicialmente pedía elevadas penas de prisión por haber participado en la manifestación contra la sentencia de los presos políticos en la Delegación del Gobierno, el 2019, este jueves, en la Audiencia de Barcelona. El fiscal ha asegurado que "no perseguía manifestantes, sino su comportamiento violento", y ha confirmado que rebaja la pena a dos de ellos porque han admitido que cometieron actos violentos, calificados en los delitos de desórdenes públicos y de atentado contra la autoridad. "No quiero truncar los proyectos vitales de estas personas y no me opondré a la suspensión de la condena", ha declarado el fiscal, refiriéndose a Joan, que ha aceptado una condena de 2 años y 4 meses de prisión, frente a los 7 años y 9 meses iniciales que le pedía; y a Marc, que ha acordado 9 meses de prisión, rebajado de 2 años y 4 meses.

Por el contrario, el fiscal ha mantenido la elevada pena que pedía para Dren, la única persona que no ha aceptado un pacto con la Fiscalía. El fiscal solo le ha rebajado un mes la petición de la condena, que se sitúa en 4 años y 8 meses de prisión, y ha asegurado que "solo" le aplica una acusación jurídica-técnica, pero elevada, con agravantes y sin atenuantes porque no ha confesado su culpabilidad, como los otros dos. La abogada de Andrea —que en estos años ha transicionado a persona no binaria y Dren es el nombre que ha escogido—, Norma Pedemonte, ha pedido su absolución al asegurar que no hay prueba contra él, más que la declaración de los dos agentes de los Mossos, que lo detuvieron.

La protesta en la Delegación del Gobierno

Los hechos pasaron la tarde noche del 15 de octubre de 2019, ante la Delegación del Gobierno, en la calle Mallorca de Barcelona. Era al día siguiente de la gran movilización ciudadana, convocada por Tsunami Democràtic, en la que se bloqueó unas horas los accesos  al aeropuerto del Prat, para protestar contra las elevadas penas de prisión impuestas por el Tribunal Supremo a los 9 líderes sociales y políticos catalanes. Según el relato del fiscal, admitido por dos de los tres jóvenes, se convocó la segunda manifestación de protesta delante del edificio del ejecutivo español, protegido por vallas y por agentes de los Mossos de Esquadra, a los cuales se les tiró todo tipo de objetos. Marc y Joan tiraron objetos y también se resistieron a su detención, según el relato del fiscal, que han admitido para evitar su entrada en la prisión. Además, Marc hizo un proceso de justicia restaurativa con dos de los agentes que habría lesionado, además de indemnizarlos.

De la actuación de Dren, que estuvo un mes en la prisión de mujeres Wad-Ras, hay versiones contradictorias. Ninguno de los tres jóvenes ha hecho uso del derecho a la última palabra al final del juicio, en la sección 22 de la Audiencia de Barcelona. Los tres jóvenes fueron de los primeros en ser cerrados en centros penitenciarios de forma preventiva y durante cuatro semanas, y todavía no habían pasado las grandes movilizaciones y disturbios de plaza Urquinaona.

Dos versiones opuestas

Al inicio de la vista, ha declarado un agente de los Mossos de Esquadra, que ha explicado que aquella tarde custodiaba el edificio español con otros agentes y que se movía en un espacio de unos 30 metros, ya que hacía tareas de mando para que los manifestantes no superaran las vallas. Ha asegurado que los manifestantes les tiraban objetos de todo tipo, y que Dren le tiró piedras, y dos de ellas le impactaron, una en el casco y la otra en el chaleco. "La tuve delante más de una hora y sabía que era ella", ha declarado el agente, que ha explicado que detuvo a Dren cuándo cayó al suelo, y que "se resistió mucho y hacía aspavientos". Ha añadido que una vez en la zona policial tiró al suelo Dren "para que no se hiciera daño y para esposarlo", momento en que golpeó el suelo con una rodilla y sufrió contusiones. Por esta acción, el fiscal acusa a Dren de un delito leve de lesiones al agente y pide que sea condenado a pagar 160 euros de multa y a indemnizar al agente con 750 euros. Sin embargo, no fue el manifestante el que provocó la lesión, según ha admitido el mismo agente a preguntas del presidente del tribunal, el magistrado Juli Solaz.

Un segundo agente, dentro de una furgoneta, que hacía tareas de megafonía para que los manifestantes desistieran de las acciones violentas, ha detallado que salió del vehículo al ver que el agente y Dren estaban en el suelo, y ayudó a "arrastrarla" hasta la zona segura de la policía. "No obedeció y no se comportó correctamente", ha asegurado el agente. Ninguno de los dos agentes vieron que Dren tenía una herida con sangre en la zona lumbar izquierda, donde le pusieron dos puntos de sutura, como ha ratificado un forense.

Por el contrario, Dren ha declarado al tribunal que fue a la manifestación en protesta contra la sentencia del Supremo con un amigo, Adrià, que ha declarado al tribunal que Dren "llevaba solo comida" en la mochila que le decomisó. Dren ha contestado a las preguntas de todas las partes, y ha negado que tirara adoquines a los agentes, aunque ha reconocido que "desde detrás" se tiraban objetos en el cordón policial. Ha añadido que quería marcharse de la zona y que la presión de la gente le llevó a la primera línea, ante la policía, y cuando agentes de los Mossos hicieron una primera carga, cayó al suelo y después lo detuvieron. "Solo gritaba porque me hacían mucho daño, sobre todo en la zona del pecho izquierdo", ha declarado Dren.

El delito de desórdenes, no modificado

No obstante, el fiscal no se ha creído la versión de Dren y solo ha aceptado como buena la versión del agente, en la cual, sin ninguna prueba más, ha fundamentado su acusación. En el caso del delito de desórdenes, el fiscal ha asegurado que le aplica el delito antiguo, ya que era el que estaba en vigor en el momento de los hechos, y ha asegurado que le es más beneficioso que el nuevo delito pactado por ERC y el PSOE, al aplicarle uno agravado de usar objetos peligrosos, como son los adoquines. Y, solo le ha rebajado la petición de la pena inicial de 18 meses a 17 meses de prisión. La misma agravante ha aplicado en el delito de atentado contra la autoridad, y ha recriminado al joven, que no se marchara de la zona, cuando la protesta se volvió violenta. "No rechazó la violencia y su acción fue activa, continuada y protagónica", ha declarado el fiscal.

La abogada de Dren ha mostrado su sorpresa porque el fiscal no exprese su comprensión por su proyecto vital, como con los otros dos jóvenes, y que no aplique la reforma del delito de desórdenes públicos, en el cual desaparece la agravante de actuar en una manifestación, como le pide el fiscal. También ha asegurado que no hay pruebas contra Dren, más que el testimonio del mosso. "¿Dónde están los adoquines? ¿Se basa una acusación en la suposición de que iba a buscar piedras?", ha preguntado Norma Pedemonte, que ha añadido que en el vídeo de la detención de Dren, no se le ve resistiéndose, cómo sostienen los dos agentes. Y "ante las dudas, es obligado su absolución", ha concluido, sin olvidar, que el joven pasó un mes y medio cerrado a la prisión de mujeres de Barcelona.