El clima político en la capital de España ya estaba alborotado antes de la llegada de la borrasca Filomena, que lo ha acabado de trastornar todo. La nevada más importante en un siglo en Madrid ha congelado, todavía más, las relaciones entre el gobierno de Isabel Díaz Ayuso y el de Pedro Sánchez. Desde la Puerta del Sol critican la "inacción" del ejecutivo central y reclaman la declaración de zona catastrófica. Desde La Moncloa no ven nada clara esta posibilidad y la enfrían. Primero tendrán que evaluar los daños, que no creen que hayan sido tantos. El ministro Ábalos ha reprochado a Pablo Casado que saliera a la calle con una pala como quien sale a hacer un muñeco de nieve.

Tanto el alcalde José Luis Martínez Almeida como la presidenta Isabel Díaz Ayuso han reclamado en las últimas horas al Gobierno la declaración de zona catastrófica para Madrid, como ya se hizo con la DANA que el invierno pasado afectó a varias comunidades autónomas, entre ellas Catalunya. Lo tiene que solicitar la administración afectada y se tiene que aprobar en Consejo de Ministros y permite recibir ayudar económicas para hacer frente a la catástrofe, ya sea a través de subvenciones, de préstamos con bajos intereses o medidas fiscales.

En una entrevista en EsRadio este lunes por la mañana, Ayuso ha defendido que esta declaración no tendría que ser un problema para un Gobierno "manirroto" que en otras cuestiones "gasta enloquecidamente". La presidenta madrileña ha insistido en la zona catastrófica para toda la comunidad autónoma "porque no es un capricho", sino que "hace falta cuanto antes que la capital del país recupere la normalidad". Ha aprovechado para cargar contra el ministro de Sanidad, que ha dado un "trato infame y aberrante" en Madrid durante toda la pandemia. El alcalde Martínez-Almeida, en Antena 3, ha defendido que "la declaración beneficiaría a los madrileños que más daños han sufrido".

El Gobierno, en cambio, pide calma antes de tomar ninguna decisión. Si bien ayer el ministro Fernando Grande-Marlaska lo descartó rotundamente, porque los daños no eran tan graves, hoy el ministro José Luis Ábalos ha dejado abierta la puerta. No lo ha descartado, pero, eso sí, el titular de Transportes ha insistido en que antes de nada "hay que evaluar los daños" para tomar una decisión. Una vez "se conozcan los daños y los impacto", se actuará en consecuencia. De la misma manera, Ábalos ha asegurado que su Ministerio alertó con mucha antelación, "el mismo día de Reyes", de la "gravedad" de lo que venía.

Casado y la pala

La imagen de Pablo Casado con una pala en las calles de Madrid, sacando nieve de entradas de centros de salud madrileños, ha traído mucha cola. El ministro de Transportes se ha referido con ironía, ante las críticas del líder del PP por la "inacción" del Gobierno. "El señor Casado cogió una pala; otros hicieron un muñeco de nieve. Cada uno disfrutó de la nieve como quiso", ha lanzado el dirigente socialista. "Otros estábamos trabajando. Hacen falta menos gestos de cara a la galería que tienen poca contribución", ha concluido.