El exministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, imputado por la operación Kitchen, está decidido a plantar cara a la dirección del PP y no tiene intención de pedir la baja voluntaria como militante del partido.

Fernández Díaz, según informa El Confidencial, entiende que hacerlo sería aceptar su culpabilidad y ahora su objetivo es defender su honorabilidad cuando, el 30 de octubre, tenga que declarar ante el juez que investiga el espionaje al extesorero del PP, Luís Bárcenas, por orden de los máximos responsables de seguridad del Estado.

Expediente informativo

La baja voluntaria del exministro facilitaría el trabajo a Pablo Casado, que después de unos días rehuyendo el tema finalmente aseguró que se tomarían las medidas oportunas, Así, una vez se supo la imputación, y en aplicación del estatus del partido, se abrió un expediente informativo a Fernández Díaz.

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Mariano Rajoy también podría salir salpicado por el caso Kitchen / EFE

Los estatutos del PP sólo permiten dar de baja a un militante imputado en el momento de la apertura de juicio oral, no antes. Según el digital, ante la gravedad del hechos, Casado podría anticiparse y dar de baja el exministro. Este hecho pero abriría un precedente para posibles imputados. Hay que recordar que el caso Bárcenas podría salpicar a la exministra de Defensa, Dolores de Cospedal, e incluso a Mariano Rajoy.

El ejemplo de Rita Barberá

Desde el PP se confiaba en que Fernández Díaz hiciera como hizo en su momento Rita Barberá, y abandonara el partido al ser imputado. Cosa que, por ahora, no ha sucedido. Desde la dirección se presiona al ministro que, en interés del partido, se dé de baja.

Fernández Díaz ha sido citado a declarar como imputado el 30 de octubre por magistrado de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón, tal como va solicitar la fiscalía. El juez dejó la puerta abierta a citar Dolores de Cospedal.