El exministro Jorge Fernández Díaz autorizó la instalación de grabación de un dispositivo en su despacho, según ha apuntado el periódico El Independiente. El que fue responsable del Ministerio de Interior entre 2011 y 2016 habría pedido la colocación de dicho sistema tras escuchar las recomendaciones de Eugenio Pino, entonces director adjunto operativo de la Policia Nacional. Todo con el objetivo de gravar las reuniones con el jefe de la Oficina Antifrau de Catalunya, Daniel de Alfonso.

Detrás del independentismo

La instalación del dispositivo de grabación tuvo lugar en otoño del 2014, precisamente cuando Fernández Díaz se reunió con De Alfonso por primera vez. La intención de Fernández Díaz era tener pruebas de las conversaciones con el responsable de la Oficina Antifrau por si éste cambiaba repentinamente su versión. En dichas conversaciones, el ministro pretendía obtener información clave para utilizarla contra el proceso independentista. Cabe decir que faltaban pocos días para el proceso participativo del 9-N.

Fernández Díaz autorizó las escuchas convencido por Pino, que animó al ministro a grabar las conversaciones con De Alfonso porque éste último tenía información sobre políticos independentistas.

Los hechos se corresponden

La versión dada por el medio citado da sentido a la actitud del ministro ante la publicación de las escuchas: Jorge Fernández Díaz no quiso interponer una querella contra el diario Público por la publicación de las cintas. Tampoco se hizo una investigación a fondo de la realización de grabaciones. 

Desconfianza hacia De Alfonso

El ministro del Interior estaba convencido que De Alfonso haría revelaciones sobre los políticos independentistas pero no tenía la seguridad que, en el caso que se hicieran públicas algunas informaciones, éste las negara o modificara su versión. Por este motivo, junto a la desconfianza que generaba que De Alfonso hubiese sido elegido por CiU, el ministro decidió grabarle.