La diada del 11 de septiembre de 2012 supuso un antes y un después para el independentismo, ya que aquel año se celebró la primera manifestación masiva en las calles de Barcelona para reclamar la independencia del país bajo el lema "Catalunya nou Estat d'Europa". En esta participó un millón de personas, según la conselleria del Interior, una cifra que hizo encender todas las alarmas en Madrid. En aquel momento, el Gobierno estaba presidido por Mariano Rajoy y Jorge Fernández Díaz era su ministro del Interior. Fue este quien, al ver el éxito de la protesta independentista por la festividad, al día siguiente, el 12 de septiembre de 2012 decidió actuar y así lo comunicó a sus colaboradores, según han publicado La Vanguardia y CrónicaLibre.com. Esta decisión de quien era ministro del Interior del Gobierno se acabó convirtiendo en la Operación Catalunya.

Tan solo dos semanas más tarde, el 27 de septiembre, el excomisario José Manuel Villarejo se reunió en una comida con Eugenio Pino, exdirector adjunto de la Policía (DAO) y condenado en 2022 por intentar adulterar el Caso Pujol en el marco de esta operación. También participó de este encuentro Agustín Linares, en lo referente al Cuerpo Nacional de la Policía y mentor de Villarejo. En los audios de aquella reunión, los tres comentan con preocupación el escenario político en Catalunya, la manifestación del 11-S y la reunión sin éxito entre Rajoy y el presidente Artur Mas. En la conversación, se plantean hacer "alguna cosa" ante el nuevo escenario y la "indefensión", dicen, del Gobierno. En aquel momento, la operación se bautizó como "Proyecto Barna", pero evolucionó a la Operación Catalunya. A partir de finales de septiembre y después de la comida de Villarejo con Pino y Linares se empezaron a generar informes y organizar encuentros con "voluntarios" para luchar contra el procés, que justo empezaba. Las agendas del excomisario también van en la misma línea: el 10 de octubre aparecen las primeras referencias a la operación: una conversación con Pino y otra con Francisco Martínez, la mano derecha de Jorge Fernández Díaz en Interior.

CiU y Mas, en el punto de mira

Hace falta tener en cuenta que este inicio de la Operación Catalunya coincide con el anuncio de elecciones anticipadas en el Parlamento de Catalunya por parte de Artur Mas, después de que su reunión con Mariano Rajoy en septiembre del 2012 no llegara a buen puerto. Cuando Pino y Linares comieron con Villarejo, el presidente hacía dos días que había convocado elecciones, que se celebraron el 25 de noviembre de aquel mismo año. El 10 de octubre de aquel mismo año Eugenio Pino encargó formalmente apretar a CiU, después de que en la comida se apuntara que los culpables del "problema" en Catalunya eran Mas y Pujol. En aquellos comicios, el partido perdió a 12 diputados y en las libretas de Villarejo el comisario hacía referencia a conversaciones previas de altos cargos policiales sobre su objetivo: divulgar trapos sucios sobre CiU, influyendo en la opinión pública a través de medios encubiertos.ç

El pago a De la Rosa

Entre septiembre, octubre y noviembre de 2012 se trabajó con intensidad para desacreditar el independentismo. El 26 de octubre de ese mismo año, cuando Villarejo ya había recibido el encargo, el excomisario se reunió con Maria Dolores de Cospedal, secretaría general del partido y, en ese momento, presidenta de Castilla la Mancha. Ignacio López del Hierro, marido de Cospedal, les puso en contacto, aunque ya se conocen antes, y su relación se prolongó durante semanas, con llamadas constantes por la Operación Catalunya. A partir de ese día, la popular puso en contacto a Villarejo con su amiga Alícia Sánchez Camacho. Fue en este polémico encuentro cuando salió la primera lista de objetivos, entre ellos el propio Artur Mas, Jaume Giró o Sandro Rosell. Ahora, la querella del expresidente del Barça por la Operación Catalunya ha llegado a los juzgados. Sin embargo, Villarejo añadió a la lista otros nombres que no aparecían entre los que había propuesto Sánchez Camacho.

Ya en noviembre, Villarejo se reunió con Javier de la Rosa, José María Clemente Marcet y Victoria Álvarez, sus principales fuentes de la Operación Catalunya. El día anterior, él y otros altos cargos de la policía se habían reunido con Fernández Díaz para analizar la situación. De la primera reunión ya salió la primera información falsa, en este caso contra Jordi Pujol y publicada en El Mundo, sobre 137 millones de euros del president en Ginebra, un dinero que nunca existió y que el excomisario reconoció que era falso. Villarejo negoció con Álvarez y De la Rosa sobre la cantidad de dinero que debía pagar para que denunciaran a los Pujol ante la Unidad De Delincuencia Económica y Fiscal. El empresario hizo la denuncia el 29 de noviembre y el 6 de diciembre, aunque después se retractó al no recibir parte del dinero acordado, según La Vanguardia y CronicaLibre.com. Finalmente, la formalizó el 13 de diciembre. Según consta en las agendas de Vilarejo, De la Rosa recibió un pago de 150.000 euros el 6 de diciembre, con un dinero aportado por Cospedal a través de su jefe de gabinete como presidenta manchega.