Felipe González, expresidente del Gobierno español, está harto de la polarización política que lleva años instalada en el Estado. Las redes sociales están llenas de reproches cruzados entre los principales partidos políticos que a menudo traspasan todos los límites y los ciudadanos se han acostumbrado a las malas palabras. Los ejemplos son múltiples y desagradables. Por ello, aprovechando que se acercan las fiestas de Navidad, el expresidente del Gobierno, Felipe González, muy crítico con Pedro Sánchez y otros perfiles del Ejecutivo y del PSOE, ha planteado una idea innovadora: una pausa de insultos que se alargue un mes y que sirva para poner freno a la polarización. Lo ha propuesto en un homenaje a Javier Lambán, expresidente de Aragón que murió el verano pasado, en el Senado. "¿Se imaginan un mes sin insultos, en el que solo discutiéramos de los problemas de los españoles?", ha soñado ante Alberto Núñez Feijóo, presente en el evento y que ha blanqueado el "me gusta la fruta" de Isabel Díaz Ayuso a Sánchez. También estaba Emiliano García Page, amigo de Lambán y que acostumbra a atacar a menudo a Sánchez, pero ningún miembro del ejecutivo de coalición.
Puigdemont, siempre en mente
González ha lamentado que los españoles tienen por costumbre tener, cada 40 años, "intenciones autodestructivas" y, sobre su propuesta de un mes sin insultos ha asegurado que a Lambán le haría gracia porque le parecería más bien una ocurrencia que una idea demasiado profunda. "Serían como unas vacaciones de relax, de la polarización y para aprovechar para hablar con los demás", ha fantaseado. Ahora bien, incluso en este contexto, el socialista se acuerda de Carles Puigdemont. Durante su discurso ha lamentado que la vicepresidenta y candidata del PSOE a las elecciones andaluzas, María Jesús Montero, haya manifestado "con absoluta tranquilidad" que los presupuestos generales del Estado dependen del presidente de Junts. "Todo esto explica todo lo que nos pasa", ha aseverado. Junts había tumbado, horas antes, los objetivos de déficit del gobierno español en el Congreso.
En los últimos días, ha estallado una nueva polémica, después de que José Luis Ábalos, desde este jueves en prisión preventiva, confirmara que Pedro Sánchez se había reunido con Arnaldo Otegi para negociar el apoyo de EH Bildu a la moción de censura de 2018 que sirvió para desalojar a Mariano Rajoy de la Moncloa. Para González, esto o el hecho de que Ábalos haya entrado en prisión, es menor comparado con el hecho de que el ejecutivo de Pedro Sánchez "dependa" del independentismo y Puigdemont.