El expresidente del Gobierno Felipe González se ha mostrado este miércoles favorable a un adelanto electoral en el Estado español, tal como pide el PP y también el barón socialista Emiliano García-Page. El exjefe del ejecutivo ha hecho estas declaraciones ante los periodistas cuando asistía a un acto en Toledo con, precisamente, el presidente de Castilla-La Mancha. La semana pasada exigió un adelanto electoral que se situara antes de las municipales y autonómicas, a fin de que no sean perjudicados los candidatos socialistas de este tipo de comicios; tal como según él pasó en abril de 2023; este barón fue de los pocos que sobrevivieron a la derrota del PSOE en aquellas elecciones y ha mantenido el poder en su comunidad con una mayoría absoluta.
El acto en el que participaba González era un foro para conmemorar el cuadragésimo aniversario de la adhesión de España y Portugal en la Unión Europea. El expresidente del Gobierno que capitaneó la entrada del país en el club comunitario, en cambio, no participará este jueves al acto que se celebrará en el Palacio Real de Madrid para celebrar la misma efeméride, en la que participarán el rey Felipe VI, Pedro Sánchez y el exprimer ministro portugués y actual presidente del Consejo Europeo, António Costa. Fuentes del entorno de González explican a ElNacional.cat que en vez de este acto asistirá a la entrega del premio 'Alfredo Pérez Rubalcaba' a la Fundación Save the Children. El Gobierno le habría enviado la invitación al acto a través de correo electrónico y hace pocos días, cosa que ha provocado malestar al expresidente.
Hace unos días Page destacó la "gran ansiedad" que, según él, se percibe en las calles de todo el país. Una sensación de "crisis política, aunque la economía funciona bien", un hecho que considera insólito: "No se había visto nunca una animadversión tan grande hacia los dirigentes políticos en un contexto económico positivo". Añadió que esta desafección está muy centrada en "perfiles personales" y, al ser preguntado si se refería al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, admitió que "mucha gente" asocia esta responsabilidad directamente con él. "Puede ser justo o no, no entraré", dijo, pero remarcó que las encuestas reflejan claramente que la figura de Sánchez concentra gran parte del rechazo.
"Yo lo que me encuentro es una multitud de responsables locales y territoriales, en un grito contenido, deseando que las generales no afecten a las municipales y autonómicas, y si eso significa que el veredicto de los españoles sobre la política nacional sea anterior, yo creo que la inmensa mayoría lo preferiría", indicó el dirigente socialista, que también añadió que cree "que nos están doliendo las informaciones recientes; hace daño a la marca PSOE lo que se está publicando; a nosotros más que a otros partidos; a otros la corrupción no los hace tanto de daño; sus votantes son más comprensivos o les importan otros temas", declaró.