La posibilidad de una ley de amnistía asusta a la derecha. En medio de las negociaciones para hacer presidente español el candidato del PSOE, Pedro Sánchez sabe que, si quiere el voto de Junts per Catalunya, tendrá que pagar un precio más caro. Dado que el apoyo de Esquerra aSánchez se da por hecho, es Junts, a través de Carles Puigdemont, quien se ha convertido en el objetivo de todos los focos. El líder independentista ha exigido una ley de amnistía, que se remonte a las responsabilidades por la consulta del 9-N del 2014, como condición previa para sentarse a negociar la investidura. Ante esta nueva realidad, los socialistas han tardado menos de dos meses al pasar de despreciar la amnistía en dejar de negar su constitucionalidad. Un hecho que indica que en la Moncloa ya se ha empezado a encender la maquinaria para estudiar la manera de articular una ley que exculpe a los actores del procés.

Esta perspectiva no gusta al Partido Popular y a su líder, Alberto Núñez Feijóo. En una entrevista en La Razón este domingo, el conservador se ha encargado de dejar claro su posicionamiento contrario. "En caso de que el señor Sánchez, como Gobierno en funciones, o el PSOE o los partidos independentistas, con el visto bueno del PSOE, intenten aprobar la ley de amnistía o una similar, con el eufemismo socialista que quieran usar, habrá una respuesta judicial, política y electoral", ha sentenciado Feijóo. La reacción furibunda de la derecha a una medida de este tipo ya se daba por supuesta, pero con estas palabras el líder del PP no deja margen de duda.

En todo caso, Feijóo da por supuesto que, aunque el PSOE acepte la medida de gracia, antes o después llegará la respuesta. "Los mecanismos en un Estado de derecho pueden tardar más o menos en funcionar, pero funcionan. Primero, veremos cuál es el precio que el señor Sánchez está dispuesto a pagar. Después, veremos cuáles son los mecanismos ante el Tribunal Supremo para reaccionar. Y, finalmente, habrá que ver qué ocurre en caso de que esta posible ley llegue al Tribunal Constitucional". Más allá de los mecanismos legales, Feijóo también avisa de que hay mecanismos morales, éticos y electorales contra una posible ley de amnistía. "En junio volverá a haber elecciones en España, las europeas, y este año también habrá elecciones vascas y gallegas. Estoy convencido de que con los mecanismos judiciales, en los cuales confío, y los mecanismos éticos y electorales frenaremos este acuerdo de impunidad para el independentismo, si llega a confirmarse", dice.

El cambio de posicionamiento de los socialistas no solo ha cogido por sorpresa el independentismo, sino que también Feijóo. Han sido reiteradas las manifestaciones de Sánchez y de sus ministros defendiendo que la amnistía no cabía en la Constitución, y en la campaña incluso contestó que no podría aceptarla", ha recordado. "¿Qué ha cambiado en estos dos últimos meses? Solo dos cosas, que Sánchez ha perdido las elecciones y que está dispuesto a cualquier cosa para volver a ser presidente del Gobierno después de perder las elecciones". En un dardo habitual de la derecha, el líder del PP ha acusado al candidato del PSOE de "negociar con la dignidad de todos" a los españoles. Y todavía ha ido más allá. "Lo que está ocurriendo a nuestro país no ha sucedido en ningún país a la Unión Europea en las últimas décadas", ha sentenciado.

Palabras duras contra Puigdemont

Si hace solo unas semanas el PP se planteaba la posibilidad de negociar con Junts per Catalunya para investir a Feijóo --vista la aritmética desfavorable que había surgido de las urnas--, hoy Feijóo no ha evitado criticar con dureza la principal figura del partido, Carles Puigdemont. Para el popular, el presidente en el exilio es "un fugitivo de la Justicia española, reclamado no por un juzgado de instrucción, sino para el Tribunal Supremo de España,", y "si volviera a España, probablemente ingresaría en la prisión". Carles Puigdemont pronunció el martes una conferencia en Bélgica en que dictó al PSOE o al PP las condiciones previas que tendrá que cumplir si se quiere sentar a negociar con Junts. El discurso fue visto como un ataque directo por Feijóo. "Nadie puede someter el Estado a sus necesidades personales y políticas".