Las réplicas del caso de Ana Obregón ha hecho aflorar una competición a la derecha española para liderar el debate abierto sobre la regulación de la gestación subrogada, una práctica prohibida en el Estado español. Para evitar que los españoles vayan al extranjero, alquilen un vientre y vuelvan a España para registrar al bebé, el Partido Popular (PP) y Ciudadanos han empezado una batalla para anticiparse y proponer iniciativas. El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha tranquilizado el afán regulador que, de entrada, despertó en su partido la discusión suscitada por el vientre alquilado de Obregón en los Estados Unidos. "Parece razonable abrir el debate", ha asegurado este jueves, pero "no ahora". En paralelo, Ciudadanos ha vuelto a registrar la iniciativa para regular la gestación subrogada que fracasó en el Congreso de los Diputados.

La polvareda ha enganchado a Feijóo de visita institucional a Portugal, donde la gestación subrogada es "legal" y bajo "unas condiciones" restrictivas a las cuales se quiere reflejar. Desde allí, el líder de la oposición ha apostado por abrir la conversación a sus filas aunque prefiere esperar a que pase el ciclo electoral. "No ahora, por supuesto, porque no es el momento por la situación política española, pero insisto, ante un hecho social controvertido, lo que tienen que hacer los partidos políticos es debatir y proponer alguna consideración al respecto", ha subrayado.

En este sentido, ha recordado que en el congreso del 2018 ya se planteó abrir este melón, aunque sin ninguna resolución concluyente. "Este debate se tiene que hacer. No hay un pronunciamiento del PP, sino que hay un debate que tenemos que ordenar", ha concluido. En este espacio, Feijóo tiene que combatir con las diferentes corrientes internas que hay en el partido. El ala más conservadora, vinculada a la iglesia católica, que está en contra del vientres de alquiler y el bloque partidario de ir más allá en la regulación, representado por el andaluz Juanma Moreno Bonilla.

Ciudadanos sale a competir

En la pugna por liderar la discusión pública ha reaparecido un viejo conocido a la derecha que está en horas bajas. Ciudadanos, desde el tiempo de Albert Rivera, siempre ha hecho bandera de la regulación y, ante el contexto político y social que ha despertado Obregón, ha rescatado su proposición de ley. La propuesta, aunque con algunos retoques, es la misma que los naranjas presentaron en 2017 y en 2019, las cuales nunca se llegaron a debatir por falta de apoyos. "Se tiene que legislar de forma altruista y garantista", ha asegurado la portavoz política, Patrícia Guasp, desde el Congreso de los Diputados, donde ha registrado el texto otra vez.

En el combate de las ideas, el PP también habrá de lidiar con los sectores más conservadores de su partido, que están adscritos a las corrientes de pensamiento de la iglesia católica. De hecho, los obispos españoles han mostrado "reservas" con los vientres de alquiler porque, han insistido, "las mujeres no son incubadoras". Sin embargo, el secretario general de la Conferencia Episcopal Española, César García Magán, dice entender el "dolor" de las mujeres que no pueden ser madres por diferentes motivos.

Por todo ello, el Gobierno, que defiende al unísono la prohibición de los vientres de alquiler, ha criticado el frenazo de Núñez Feijóo. "Como no sabe sobre nada, pues puede decir una cosa y otra", ha remarcado el ministro de la Presidencia, a Félix Bolaños, desde Madrid.