Decisión inadmisible. La prensa española se muestra disgustada, un día más, por las decisiones de la justicia alemana ya que considera que la sentencia del Tribunal Superior de Schleswig-Holstein de extraditar al president Carles Puigdemont, pero solo por malversación porque eso significa dar la razón a los "golpistas".

El problema, sin embargo, y siempre según los diarios de Madrid, no es que la justicia española haya juzgado erróneamente la causa, si no que el sistema de euroórdenes no funciona. En este sentido, desmontan los argumentos de la justicia alemana, mientras animan al juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena a seguir peleando por la causa porque dan por hecho, aunque sin tener pruebas, que el Govern malversó el 1-O y, además, "se atrevió" a proclamar la independencia aquel 27 de octubre.

Sin entender aún el por qué de la decisión de Schleswig-Holstein, los grandes rotativos españoles se desmarcan de la justicia europea y se suman a la fila de seguidores de aquellos que tienen claro que los tribunales españoles actúan de la forma correcta juzgando un delito que, según el artículo en el que se basan (el 384 bis de la Ley de Enjuiciamiento Criminal) implica el uso de "bandas armadas o individuos terroristas o rebeldes" para ser juzgados por eso. Además, mientras centran toda su atención en la cuestión catalana, ignoran en sus portadas, un día más, las filtraciones de los audios de Corinna que implican al rey Juan Carlos I en una serie de posibles tramas corruptas.

Rebelión o nada

La Razón emplaza al magistrado del Supremo a no aceptar la decisión de la justicia alemana "de ninguna manera" porque, según su punto de vista, "de aceptar la interpretación germana, contaminaría el resto de la causa y sería tanto como dar por buena la estrategia de defensa de los golpistas".

Precisamente por eso, sostienen en su editorial titulada "Puigdemont, por rebelión o nada" que "las condiciones de la entrega son inaceptables" y, en tono irónico, sueltan que, "en última instancia, sólo quedaba retirar la orden internacional de busca y captura".

Ahora bien. A regañadientes, aplauden que, al menos, el president en el exilio sea llevado ante los tribunales "desdeñando la cantinela de los separatistas catalanes de que estaban siendo sometidos a un proceso de carácter político", pero, al mismo tiempo, desmontan los argumentos del tribunal alemán subrayando que "que, como dice el auto, no era probable que la acción de los golpistas hubiera provocado «la separación de Catalunya o la destrucción del Estado español», entra en el terreno de la mera especulación, que se supone, al menos hasta ahora, ajeno a las resoluciones judiciales".

Eso sí. Al final del escrito se muestran esperanzados porque creen que aún hay tiempo para que el Supremo encuentre la manera de juzgar a Puigdemont del mismo modo que el resto de presos políticos. Y es que, sin que se haya producido el juicio y sin pruebas, dan por hecho que "la labor de comunicación e información que han llevado a cabo durante años los separatistas" ha sido "con el dinero de todos, fomentando los viejos prejuicios europeos contra España".

Insulto a la inteligencia

El Mundo, de su lado, sostiene en su editorial que "No debe haber impunidad para Puigdemont", pero admite que la decisión del tribunal alemán fue un "varapalo" para  la justicia española. Ahora bien. Acto seguido, no pueden evitar soltar que "resulta inaudito y lamentable que esta Corte se permita entrar en el fondo de la acusación cuando debería limitarse a calibrar la equivalencia de los delitos argumentados por el juez Llarena".

Como los de Francisco Marhuenda, este diario también argumenta que "esta resolución pervierte el funcionamiento de la euroorden" porque se trata de "un procedimiento pensado no para enjuiciar a fugados como el ex president sino para facilitar la cooperación judicial entre Estados miembros de la UE".

Justamente en este sentido, y como ya avanzó ayer, subraya que el Supremo no aceptará la entrega del president en el exilio solo por malversación y se lamenta, al mismo tiempo, de que "pese a la contundente documentación remitida por Llarena, los magistrados alemanes consideran que no se produjo el grado de violencia "suficiente" durante el golpe perpetrado el pasado octubre". Y, lo que es más, ponen encima de la mesa que "el hecho de que los magistrados nieguen que Puigdemont ejerciera de "líder espiritual" de la asonada secesionista y consideren que éste tan solo quería "negociar" con el Gobierno no puede considerarse más que un insulto a la inteligencia".

Con todos estos argumentos bajo el brazo, y como el diario anterior, también instan al gobierno de Pedro Sánchez a "no enmudecer cuando se pone en entredicho el sistema judicial" porque, les recuerdan, "Puigdemont no quería negociar nada. Se alzó contra el orden constitucional, lo que constituye un delito gravísimo que no puede quedar impune".

Ataque judicial

Dejando claro que "la decisión sobre Puigdemont ataca a la euroorden y a la justicia española", El País subraya que "una errónea aplicación de la euroorden por parte de esta instancia alemana somete a la justicia española a una fuerte presión y cuestiona el principio europeo de reconocimiento mutuo de las decisiones judiciales en el seno de la UE".

Ahora bien. Desmarcándose de su línea editorial de las últimas semanas, se lamenta de que "analizar la documentación aportada por el juez Pablo Llarena y eximir a Puigdemont de dicho delito es una extralimitación de sus funciones" porque, a su parecer, lo que tendrían que haber hecho es "aceptar la euroorden siempre que haya en la legislación propia un delito similar".

En este sentido, recuerdan que la sentencia alemana "limita la acción de la justicia española, además de someterla al probable desprestigio de quienes la ponen en cuestión", cosa que "sitúa al sistema judicial español en un callejón sin salida" porque si Llarena aceptara la extradición "será imposible aplicar el principio de igualdad jurídica" con los presos políticos. Pero si no la acepta, advierten, "seguirá siendo un fugitivo".

Sea como sea, el diario citado subraya que "este paso confirma que en lo relativo al procés España está en trance de perder la batalla del relato internacional" y se muestran dolidos al entender que "la euforia con la que Puigdemont y sus abogados han reaccionado a la decisión alemana es otro detalle hiriente para las instituciones de este país".

'Indepes' alemanes

Mientras, ABC abre su portada sin mencionar ni la decisión de la justicia alemana, ni tampoco las filtraciones de los audios de Corinna, pero en distintos artículos advierten que "Llarena peleará en la UE hasta que Puigdemont sea juzgado por rebelión".

En otro escrito titulado "Un lacito en el llavero", Salvador Sostres sostiene que "hay algo que es importante decirlo: si forajidos y encarcelados hubieran sabido qué destino les esperaba, jamás hubieran organizado el referendo ni hubieran declarado la independencia" y se lamenta de que "si calculan que desobedecer les cuesta poco o casi nada, desobedecerán; pero si han de jugarse algo sustancial, no sólo se bajarán los pantalones sino que harán de ellos banderas para agitarlas a los cuatro vientos".

Además, Carlos Herrera, que bautiza su artículo como "¡Ánimo, alemanes independentistas!", argumenta que "este mamoneo judicial que viene a dictaminar que España es una especie de Estado medio africano" y avisa de que "cualquier líder secesionista germano podrá exhibir esta sentencia como eximente de culpa si pretende la independencia de cualquier land siempre que lo haga sin utilizar fondos públicos: bastará que unos cuantos mecenas proporcionen dinero particular para que ello no sea considerado delito".

El Español titula su editorial como "El regalo de Schleswig-Holstein", donde quiere hacer saber que, en su opinión, "lo ocurrido con Puigdemont da oxígeno a los golpistas encarcelados y ayuda a debilitar la acusación contra los independentistas", hecho que considera "insólito e injusto" porque, como el resto, subraya que "envalentona al separatismo" y, además, "desvirtúa el propio sentido de la euroorden y pervierte la esencia de la UE en cuanto a la unidad de la actuación judicial".

Una vez más, los grandes diarios de Madrid se ponen al lado del sistema judicial español y vuelven a desprestigiar el alemán y el europeo, como ya han hecho con decisiones anteriores. Queda por ver si finalmente Puigdemont será extraditado por malversación de fondos públicos o si, finalmente, y después de que su defensa presente el recurso, acaban también por rechazar este supuesto delito.