El Gobierno vasco se ha desmarcado de las medidas de ahorro energético que ha ordenado el ejecutivo de Pedro Sánchez, y ha anunciado que tiene su propio plan de acuerdo con las características vascas. La consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, ha tildado de "efectistas" las medidas que anunció el lunes el Gobierno español para ahorrar energía, que obligan, entre otras cosas, a apagar totalmente las luces de los escaparates a partir de las diez de la noche durante 16 meses. La consejera ha insistido que, ante eso, el País Vasco "tiene su propio plan".

En una entrevista en la cadena Euskadi Irratia, Tapia ha remarcado que el Gobierno Vasco y las instituciones forales consensuaron una serie de medidas el viernes pasado, que entrarán en vigor como instrucción el 1 de septiembre, y ha apuntado que "no ven oportuno aplicar la misma medida a todos los colectivos y situaciones al mismo tiempo". "Euskadi ha sido ejemplar en la apuesta de la eficiencia energética. El Gobierno Vasco actúa alineado con la UE. Compartimos el compromiso exigente por el ahorro energético pero no vemos oportuno aplicar la misma medida a todos los colectivos y situaciones al mismo tiempo", ha añadido.

La consejera ha subrayado que, antes de que el Gobierno dijera nada, en Euskadi ya trabajaban en un plan de contingencia energética siguiendo lo que ha marcado Bruselas. "Y no son medidas efectistas, sino que realmente tienen que conseguir reducir el consumo energético", ha añadido. Tapia entiende que Euskadi "ha ido más allá" de las medidas establecidas por el Gobierno de España y que la clave, según su opinión, ha sido tomar "medidas de largo recorrido, y no puntuales". Entre otros ejemplos, ha citado, que, a nivel de alumbrado, es más efectivo instalar leds, y que a menudo "en vez de bajar el termostato, es mejor cambiar las ventanas". Asimismo, ha dicho que "no es lo mismo adoptar medidas en un hospital, donde hay enfermos, que en una escuela o en una comisaría".

Las medidas vascas fijan en concreto situar el termostato de las oficinas en 20 grados en invierno y en 25 grados en verano, no iluminar las dependencias que no estén siendo utilizadas, o fomentar los desplazamientos de los trabajadores a pie, en bicicleta o en transporte público. También aconseja evitar la ventilación cuando está encendido el sistema de calefacción o de refrigeración, aunque sin olvidar, según ha precisado Tapia, las recomendaciones sanitarias sobre la aireación de espacios interiores para reducir el riesgo de contagios por la covid-19.

Apunta como objetivo la sustitución gradual de todas las luces por bombillas led, el control de los horarios de encendido, y el uso de sensores en pasillos y baños. Además, se insiste en que todos los equipos informáticos tienen que quedar apagados al acabar el horario laboral. Asimismo, se indica que la ropa de trabajo tiene que ser adecuada para la época del año. Otras recomendaciones son evitar el uso de agua caliente en el centro de trabajo "si esta no es imprescindible", y por eso se aconseja suprimir o desconectar los termos eléctricos.

Sobre las multas previstas por el incumplimiento de las medidas, Tapia ha manifestado que la sociedad vasca "es lo bastante adulta para actuar con responsabilidad", y considera que, más allá de las sanciones, confía en "la responsabilidad de cada uno".