La Eurocámara aún "estudia las posibilidades" sobre el uso del catalán a los plenos, tal como lo pidió La Moncloa en septiembre. Así lo ha dicho este lunes su presidenta, Roberta Metsola, que ha confirmado que la petición fue trasladada a la Mesa del Parlamento Europeo — el órgano encargado de tomar una decisión al respecto. Entonces, el asunto sigue pendiente porque los servicios parlamentarios tienen que acabar de examinar "cuáles son las posibilidades". En una entrevista con Europa Press, Metsola ha insistido en la idea de que se estudia "qué hacer" con la demanda del Gobierno y ha recordado que la cámara ya cuenta con procedimientos claros para las comunicaciones con los ciudadanos.

La Mesa del Parlamento Europeo es el órgano encargado de tomar una decisión al respecto y estaba previsto que tratara el asunto en la reunión del pasado 3 de octubre, pero el uso del catalán a los plenos no se llegó a incluir en la agenda. El próximo encuentro será el 21 de noviembre, al inicio del próximo pleno en Estrasburgo (Francia). Sin embargo, todavía no existe una fecha exacta para abordar la cuestión. Ante la falta de concreciones, la presidenta de la Eurocámara se ha limitado a recordar que "cualquier ciudadano español puede escribir en el Parlamento Europeo o dirigirse a esta situación en cualquier idioma oficial de España" y que la respuesta se cursa "en el idioma escogido" por el ciudadano. Estos procedimientos están en marcha desde el 2006.

El gaélico, precedente similar

La eurodiputada de ERC Diana Riba ya había expresado sus dudas sobre la cuestión, ya que "las mayorías están muy ajustadas" para que la Mesa del Parlamento Europeo permita el uso del catalán a los plenos. Antes, sin embargo, había recibido el apoyo de sus colegas europeos. La presidenta de los Verdes/ALE (grupo del cual forma parte ERC), Ska Keller, apostó para que la lengua catalana sea lengua de uso en el Parlamento Europeo. "No podemos fallar a los catalanohablantes de nuevo esta vez", dijo, antes de que se conociera la petición del Gobierno.

La propuesta española llegó después de que se acordara en la mesa de diálogo entre el Govern y el ejecutivo estatal del pasado 27 de julio, pero necesita el visto bueno de los 27 para salir adelante. Para que un idioma pueda ser utilizado durante un pleno de la Eurocámara tiene que ser considerada una lengua oficial en la Unión Europea, un estatus que actualmente se ha concedido a 24 lenguas europeas — entre las cuales no hay ni el catalán, ni el gallego, ni el euskera. Un precedente similar es el del gaélico, que a partir del 2007 fue considerado lengua oficial y de trabajo en la UE. Sin embargo, la adhesión de Irlanda se remonta en 1973: pasaron 34 años desde que el país entró en el bloque comunitario y que el gaélico fue considerado idioma oficial.