La exsecretaria general del PP María Dolores de Cospedal, imputada por el caso Kitchen, ve como se estrecha el cerco de la Fiscalía Anticorrupción por sus presuntos tejemanejes con el excomisario del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) José Manuel Villarejo, una vez se han dado a conocer este lunes nuevas conversaciones entre el policía y la también exministra de Defensa.

Según revela ‘El País’, entre las notas que figuran en trece cuadernos donde Villarejo tomaba nota de sus citas, conversaciones y actividades y localizados durante un registro de su domicilio en octubre de 2020, figura la siguiente anotación: “Cospe: Apoyo a tope en todo. Me envía a José L. Orti con 100 y promete 50 más el lunes. Quedo en informarla”. La nota fue fechada el 6 de diciembre de 2012 y según el medio citado hace referencia a supuestos pagos de 100.000 y 50.000 euros.

Jefe de gabinete de Cospedal

En cuanto a 'José L. Orti', se trataría, según la Unidad de Asuntos Internos del CNP, de José Luis Ortiz, jefe de gabinete de Cospedal durante la etapa en que presidió la comunidad de Castilla-La Mancha (2011-2015) y luego en la Secretaría General del PP. Siempre según ’El País’, los agentes que han analizado los cuadernos de Villarejo conceden credibilidad a su contenido al relacionarlos con otros indicios existentes en la causa. Por todo ello, la policía describe las agendas como una especie de “diario personal” destinado a “la lectura privada de quien las confeccionó”, donde se incluyen las presuntas “actividades, citas o comunicaciones mantenidas con terceros”, así como las fechas en que se produjeron y una “breve descripción de las mismas”.

Ese apunte reflejaría una supuesta conversación entre Villarejo y Cospedal, a quien el exmiembro del CNP bautiza como ‘Cospe’ o ‘MD’, y habría tenido lugar solo tres días después de que llegara a la Audiencia Nacional la información de las cuentas en Suiza del extesorero popular Luis Bárcenas y demostraría la tesis de Anticorrupción según la cual Cospedal y su marido, el empresario Ignacio López del Hierro, mantuvieron una larga relación con Villarejo que incluyó al menos tres reuniones a tres bandas en la misma sede del PP, para ofrecer al policía “la ejecución de encargos puntuales que serían sufragados con fondos del PP”.