El programa Horizonte del presentador Iker Jiménez en Cuatro causó el jueves pasado un gran alboroto en las redes. Uno de los contertulios, José Cabrera, psiquiatra forense español, pronunció expresiones violentas contra los catalanes espiados con el software israelí Pegasus, en el caso CatalanGate. Aseguró que él prefería hablar de "catalinos", una expresión con un largo recurrido catalanófobo. En el momento que el programa abordó el escándalo del CatalanGate, Cabrera afirmó que él, en lugar de espiarlos, los habría apaleado. "La cuestión es que la directora del CNI dice: con autorización judicial he espiado a los catalanes. No está mal. Yo les habría dado una somanta de palos. Pero bien, tanto le da. Porque son unos mequetrefes que están intentando cargarse el Estado. Se les espía con autorización judicial. Punto", soltó. Esta expresión en medio de un programa televisivo ha hecho reaccionar al abogado Gonzalo Boye. Ha ironizado en torno de las proclamas catalanófobas y violentas, asegurando que los "demócratas de toda la vida quedan retratados".

Europa presiona España

El Consejo de Europa ha elevado la preocupación por el CatalanGate y ha exigido respuestas de España. Concretamente, la plataforma del Consejo de Europa que promueve la protección del periodismo y la seguridad de los periodistas ha lanzado este jueves pasado una alerta mediante la cual ha denunciado el espionaje con Pegasus a periodistas del entorno del independentismo catalán, recordando que la investigación llevada a cabo por Citizens Lab señaló que hay "al menos" cuatro profesionales de los medios de comunicación a la lista de los 65 independentistas espiados con el software israelí. Estos cuatro periodistas de la lista son Meritxell Bonet, esposa de quien fue presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart; Marcel Mauri, quien fue vicepresidente de la misma entidad desde el 2019; Marcela Topor, esposa del presidente Carles Puigdemont; y Albano Dante Fachin, quien fue diputado del Parlamento. La plataforma del Consejo de Europa ha destacado que el año 2019 se encontraron evidencias de lo que sería la primera de las tres infecciones de Pegasus en el móvil de Bonet y del espionaje de mensajes SMS con Pegasus entre febrero del 2018 y mayo del 2020.

La organización internacional también ha puesto sobre la mesa que más de 200 teléfonos móviles españoles "que se ha sabido que fueron objetivos potenciales de la vigilancia", entre los cuales está el periodista especializado en el Magreb Ignacio Cembrero, que trabajó en El País y El Mundo antes de unirse en el 2015 a El Confidencial y colaborar con La Sexta. La denuncia del Consejo de Europa afirma que Cembrero tuvo que enfrentarse a presiones legales de un empresario marroquí y a una demanda presentada por l'exprimer ministro Abdelilah Benkiran". "Las autoridades españolas han descartado cualquier vigilancia interna y señalan que el posible espionaje debe haber procedido del exterior. Se ha confirmado que Marruecos ha utilizado Pegasus en el pasado, pero ha negado haber espiado a ningún líder extranjero con el software de espionaje", remarca la alerta.