El Estado le deniega la nacionalidad porque lo considera un espía ruso. Este es el caso de un empresario nacido en Rusia establecido en Catalunya desde el 2004, Alexander Dmitrenko, a quien un informe del Ministerio de Defensa no le ha dado luz verde para poder hacer este trámite. Dmitrenko realizó la solicitud el año 2018 y hace un año recibió una notificación con la cual se le transmitía que esta petición era rechazada.

Los motivos que arguye el Estado se basan en un informe del Centro Nacional de Inteligencia español que dice: "A través de fuentes propias, se tiene conocimiento probado del trabajo consciente de Alexander Dmitrenko, de 33 años, para los servicios de inteligencia rusos, de los cuales recibe misiones". Al mismo tiempo, el CNI apunta que el empresario ruso que vive en Catalunya ha detectado "contactos" de él "con algunos de los principales líderes del crimen organizado transnacional de origen ruso, para los cuales también lleva a cabo diferentes tareas". Conviene destacar que en este informe no consta ningún indicio, fuente, prueba o documentación que pueda corroborar estas hipótesis.

Esta resolución causó estupor a Alexander Dmitrenko que, este sábado, en una entrevista en el Preguntes Freqüents de TV3, mostró su "sorpresa e indignación" por estas acusaciones, que lo han "afectado" mucho. "Yo nunca he tenido antecedentes ni problemas en ningún país, es una acusación que viene a decir que, si salgo a la calle, puede venir la policía a buscarme. Yo simplemente soy un empresario que se dedica a crear puestos de trabajo".

La relación con Alay

El polémico reportaje que el viernes publicaba el 'The New York Times' sobre el caso Volhov también afecta a Dmitrenko, que sale mencionado en esta información. Según el diario norteamericano, que ha accedido al informe de la Guardia Civil, el empresario, junto con Alay, "buscaron asistencia técnica y financiera de Rusia para la creación de sectores bancario, energético y de telecomunicaciones separados de España". Al mismo tiempo, también indica que Dmitrenko, junto con Gonzalo Boye, consultó "a un líder de un violento grupo criminal ruso, como aparte de un intento por establecer un conducto secreto de dinero para financiar sus actividades".

El empresario ruso niega estos hechos y graves acusaciones y afirma que su tarea simplemente se centró en crear una asociación empresarial para "conectar los dos mundos", en referencia a Rusia y Catalunya, y proponer "acuerdos de entendimiento" a la Cambra de Comerç de Barcelona para reforzar el sector "tecnológico, energético y financiero". En esta línea, señala que los mensajes que se han publicado están fuera de contexto (no entiende de dónde salen las acusaciones de mafia) y ha lamentado que los medios de comunicación no lo hayan contactado para contrastar la información.

Por otra parte, sobre su relación con Josep Lluís Alay, jefe de la oficina del president Carles Puigdemont, manifestó que han estado en Rusia dos veces y que, en uno de los viajes, tenían programadas dos ponencias en dos universidades. "Lo considero un mentor, lo escucho mucho y lo respeto muchísimo", aseveró Alexander Dmitrenko.

 

Imagen principal: Alexander Dmitrenko, en una entrevista en el Preguntes Freqüents. TV3.