El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, no dejó margen para dudas en numerosas ocasiones. Viendo la inhumana respuesta del ejército de Israel a la ofensiva de la milicia palestina Hamás del 7 de octubre —con una destrucción masiva de la Franja de Gaza y una masacre indiscriminada de miles de palestinos—, el Gobierno optó por una respuesta más humana que otros países occidentales y elevó el tono contra la administración ultra de Benjamin Netanyahu. En esta línea, Pedro Sánchez y su equipo comunicó algunos posicionamientos vanguardistas, como defender el reconocimiento del Estado palestino o anunciar lo embargo de armas en Israel.

Así lo manifestó en varias ocasiones el mismo José Manuel Albares. Primero, en sede plenaria el 5 de diciembre, cuando ante todo el Congreso de los Diputados dijo que "desde el 7 de octubre no se producen operaciones de exportación de armas españolas en Israel" en respuesta a una petición de EH Bildu. "Por lo tanto, eso no se producirá", argumentó. El 29 de enero repitió el mismo mensaje a la Comisión de Exteriores del Congreso. Y unos días antes, el 23 de enero, lo había hecho nuevamente ante los medios de comunicación, afirmando que desde aquella fecha "no se produce ninguna operación de venta de armamento" al país israelí. Cuando se le preguntó por qué no se impulsaba uno "embargo total" de armas, él respondió tajantemente. "Por descontado, es algo que España ha realizado", subrayó.

Ahora, por lo visto, nada más lejos de la realidad. Una investigación del Centro Delàs de Estudios por la Paz, y publicada por elDiario.es, ha destapado que el Gobierno ha mentido: desde el 7 de octubre, el Estado sí que ha enviado armas en Israel. El revelador documento indica que durante los últimos meses de 2023 se han exportado "bombas, granadas, torpedos, minas, misiles, cartuchos y otras municiones y proyectiles, y sus partes, incluidas las postas, perdigones y tacos para cartuchos", para ser utilizadas por "armas de guerra", según precisa otra de las subcategorías del documento. De hecho, en noviembre de 2023, España vendió a Israel material por valor de un millón de euros, según los datos, convirtiéndolo así en el país de la Unión Europea que más armas envió en el país hebreo, representando el 52% de las exportaciones del grupo comunitario.

Desde la Secretaría de Estado de Comercio, se argumenta que la exportación "corresponde a licencias autorizadas antes del 7 de octubre", y que contiene material "para pruebas o demostraciones, en ningún caso para su uso final ni ser susceptibles de ser utilizado" en la guerra en Gaza. Ahora bien, el reglamento de control del comercio de Defensa indica que se puede revocar el permiso de venta si hay "indicios racionales" que el material se usa en acciones "que perturban la paz", que pueden "exacerbar tensiones" o "que pueden ser utilizados de manera contraria al respeto debido y la dignidad inherente al ser humano". Al mismo tiempo, España también ha seguido comprando material y cerrando nuevos contratos con compañías de armas de Israel. La Secretaría de Estado de Comercio ha admitido, en este punto, que las importaciones tampoco se han suspendido.

Borrell hace el mismo llamamiento

Irónicamente, este mismo lunes el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ha hecho un llamamiento a los Estados Unidos y a la comunidad internacional para que reconsideren su ayuda militar a Israel. En medio de la masacre que está sufriendo el pueblo palestino, el miembro del PSOE ha señalado que, si los otros países aliados de Israel "creen que está matando a demasiada gente, quizás tendrían que proporcionar menos armas para evitar que se mate tanta gente", ha afirmado. Unas palabras que, en primer lugar, tendrían que enfocarse a casa.