El Alto Representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell, ha señalado este lunes que las operaciones de Israel al sur de Gaza son "excesivas" y "desproporcionadas". Además, también ha dicho que ponen en riesgo la situación humanitaria de millones de palestinos, apuntando que los EE.UU. propongan un embargo de armas a Israel para bajar el número de muertos a la Franja después de señalar que hay que hacer alguna cosa más que "solo expresar preocupación".

Desde Bruselas, el jefe de la diplomacia europea ha puesto el foco sobre la situación a Rafah, escenario de las últimas operaciones militares de Israel, que ponen en peligro los suministros de la Franja y alertan de un deterioro de la grave situación humanitaria.

Mi pregunta es: ¿aparte de palabras, qué más creemos que tenemos que hacer? ¿La UE piensa que el balance de muertos es demasiado alto, hay alguna posibilidad de reducirlo? La UE no envía armas en Israel, otros lo hacen. Si piensas que el balance de muertos es demasiado alto, quizás puedes hacer alguna cosa para bajarlo", ha asegurado en referencia a las preocupaciones expresadas por Washington.

La operación militar israelí en Rafah ha hecho saltar las alarmas a la comunidad internacional, incluyendo los EE.UU. Hasta el punto que este domingo hubo una llamada entre el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el presidente norteamericano, Joe Biden. Desde los EE.UU., las informaciones estaban claras. Biden expuso que no era buena idea poner en marcha una operación militar en Rafah "sin un plan creíble y ejecutable para garantizar la seguridad y el apoyo de más de un millón de personas que se refugian allí".

Hay que acabar con las operaciones en el sur de la Franja

En este sentido, el Alto Representante ha insistido en que se tiene que seguir manteniendo la presión contra Israel para acabar con las operaciones en el sur de la Franja de Gaza, que también generan tensión con Egipto. En este sentido, ha advertido del grave desastre humanitario que puede ocurrir en la zona de Rafah. Zona que hay que recordar es el punto de llegada de centenares de desplazados palestinos desde el inicio de la guerra entre Israel y Hamás. En este sentido, hace cuatro meses que "la gente en Gaza está cerrada, están siendo bombardeados sin posibilidades de escapar", ha señalado.

El papel del UNRWA

En relación con la situación de la UNRWA, en el ojo del huracán, después de las acusaciones por parte de Israel, diciendo que una docena de sus trabajadores estuvieron implicados en los ataques de Hamás del pasado 7 de octubre, Borrell ha defendido el papel de la agencia, insistiendo en que hace un trabajo "insustituible". "Una cosa clara para mí es que en el UNRWA hace un trabajo que nadie puede hacer. No solo en Cisjordania, sino también en el Líbano, Siria, Jordania. No es un secreto que el gobierno israelí quiere sacarse de encima la UNRWA, porque así se puede sacar el problema de los refugiados", ha asegurado, subrayando que hay que esperar a la investigación interna mientras "la gente tiene que seguir comiendo y recibiendo una atención médica".

Ahora bien, después de las acusaciones, una quincena de países, entre ellos Alemania, Reino Unido, Alemania o Países Bajos, han anunciado que congelaban el envío de dinero a este organismo. España y Noruega, sin embargo, anunciaron la semana pasada que no cerrarían el grifo con respecto al envío de dinero y anunciaron nuevos paquetes de ayuda.