Después de que el pasado lunes las formaciones ripollesas de ERC, PSC y la CUP anunciaran que habían llegado a un pacto para gobernar Ripoll, este martes las formaciones han comparecido ante los medios para explicarlo y para pedir el apoyo de Junts per Catalunya. "Necesitamos dos votos para llegar a una mayoría y conformar gobierno", ha remarcado Enric Pérez del PSC, quien ha añadido dirigiéndose a Junts: "les pediría que aclararan rápidamente qué prefieren, porque estamos a martes y el sábado se tiene que constituir el ayuntamiento". Las tres formaciones se han decidido a gobernar juntas, pero juntos no llegan a los 9 necesarios para tener mayoría absoluta, solo a 7, por eso les hacen falta los 2 votos de Junts.

 

A la rueda prensa han participado, además del socialista, quien sería el primer teniente de alcalde, Chantal Pérez (ERC), quien sería la alcaldesa y Dani Vilaseca (CUP), quien sería segundo teniente de alcalde. Los tres han mantenido un tono muy conciliador en referencia a Junts, a quienes se les ha alargado la mano en varias ocasiones: "Estamos abiertos a propuestas de Junts", ha afirmado la republicana, quien ha matizado: "Mano tendida a Junts Ripoll, porque creo que en gran parte la situación se ha dinamitado por Junts nacional".

Después de días de reuniones y presiones para intentar evitar que la extrema derecha gobierne, ERC, PSC y CUP han llegado a un acuerdo que se articula que quiere apelar a todos los ciudadanos de Ripoll (incluso a los votantes de Sílvia Orriols) y que se articula en cinco ejes: vivienda, acogida, salud y educación, justicia social y cultura y participación.

Junts per Catalunya, la pieza clave

El apoyo de Junts es fundamental para que este pacto de gobierno se materialice. Sin embargo, dentro del mismo partido algunas voces han mostrado sus reticencias, siendo la más destacada la presidencia del partido, Laura Borràs. Borràs, se opuso el domingo a un pacto para impedir que el partido de extrema derecha e independentista Aliança Catalana gobierne en Ripoll, pero dejó en manos de los cuadros locales del partido la decisión sobre un cordón sanitario a los ultraderechistas. "Yo no soy partidaria. Pienso que si defiendo que contradecir la voluntad popular cuando nos perjudica no es correcto; hacerlo cuando nos favorece, tampoco," afirmó. Todo se tradujo en muchas críticas ante el posicionamiento de Borràs.

Todo ha levantado polvareda dentro de la misma formación. A pesar de todo, la ejecutiva nacional de Junts ha decidido incorporarse al pacto en Ripoll para impedir que el partido de extrema derecha Aliança Catalana gobierne.