Lo han bautizado expresamente como la "vía amplia", el Govern que Pere Aragonès intentó hacer con Junts per Catalunya y los comunes pero que no salió adelante. Pero la nueva realidad ha sido otra: un ejecutivo monocolor de ERC, de un solo partido con fichajes de exdirigentes de otros espacios políticos, como el PSC catalanista, la órbita de Podemos y los comunes o la antigua Convergència. Ha sido un fin de semana intenso de trabajo en el Palau de la Generalitat, con el objetivo de construir una composición lo más transversal posible y que evitara la imagen de un nuevo tripartit.

🔴 Nuevo Govern de la Generalitat Catalunya, última hora | DIRECTO

Pero el nuevo Govern nace cojo, sin cien días de gracia y con grandes retos por delante, en plena crisis económica pero también del independentismo. Los nuevos consellers tomarán posesión este martes pero, hoy por hoy, sólo cuentan con 33 diputados en el Parlament. Los presupuestos, que ahora pilotará la republicana Natàlia Mas, serán la primera prueba de fuego en un campo de minas. Y la víspera de la toma de posesión ha sido una buena muestra de esta fragilidad, que va a ir más allá de las cuentas.

Los republicanos siguen interpelando a sus exsocios de Junts per Catalunya a hacer una "oposición responsable" y "no destructiva". Justamente se aferran al hecho de que hasta ahora los presupuestos han sido trabajados por el conseller Jaume Giró para que acaben permitiendo la aprobación. "Si han sido buenos hasta esta semana, lo seguirán siendo", aseguraba la portavoz republicana este lunes al mediodía. Pero la formación encabezada por Laura Borràs y Jordi Turull está en otra pantalla: la de la oposición. Los dos han coincidido en señalar la falta de "legitimidad" del nuevo ejecutivo y han instado al president Aragonès a someterse a una cuestión de confianza o convocar elecciones anticipadas. No le van a hacer fácil la gobernabilidad.

Los republicanos también interpelan a los comunes, que ya negociaron y aprobaron los presupuestos de la Generalitat actualmente en vigor. Pero los comunes tampoco las tienen todas. Este domingo, después de una conversación telefónica con el president Aragonès, Jéssica Albiach advertía que este nuevo Govern "nace muerto". Un mensaje que ha remachado este lunes el portavoz de Catalunya en Común, Joan Mena, que ni siquiera ha celebrado el nombramiento de Gemma Ubasart, exsecretaria general de Podem Catalunya. "No va de nombres, sino de políticas", ha asegurado Mena, que ha señalado el camino: una "mayoría progresista" que incluya al PSC.

Y los republicanos interpelan a la CUP, que tampoco se dan por aludidos. Hace tiempo que intentan descolgarse de la etiqueta de "socios prioritarios" que consideran que les cuelga el Govern. Los anticapitalistas se sitúan claramente en la oposición y denuncian que, hasta ahora, el president Aragonès sólo se ha dedicado a incumplir el acuerdo de investidura que firmaron después del 14-F. Sin ir más lejos, la semana pasada llevaron a votación del Parlament una moción que reclamaba, también una cuestión de confianza al jefe del Govern.

El único que se pone bien hoy por hoy es el PSC de Salvador Illa, que también es el único partido excluido por la ecuación de ERC. Los socialistas ofrecen acuerdos puntuales, como en los presupuestos, para garantizar la estabilidad. Pero ya lo advertía el sábado, tras la ruptura, el presidente de Esquerra Republicana, Oriol Junqueras, que rechazaba la mano tendida de los socialistas: "Es evidente que el PSC no está comprometido con el fin de la represión, al menos en la medida en que sigue avalando buena parte de la represión". Un mensaje que hoy han reiterado desde Calàbria: "Reclamamos que aquellos que quieran tender la mano para los presupuestos también tengan esta mano tendida para resolver el conflicto político".

Los presupuestos son el primer gran desafío, pero vendrán muchos otros, como la mesa de diálogo. En este momento se anticipa una carrera de obstáculos. El principal reto será convencer a un Parlament que, hoy por hoy, tiene en contra. Conseguir la estabilidad necesaria para seguir y culminar la legislatura pasará necesariamente por el concurso de Junts o el PSC. Por eso ya se están planteando escenarios que parecían inverosímiles hace poco días, como una prórroga presupuestaria. La fórmula de un Govern monocolor permitirá a los republicanos más libertad, asumir todas las responsabilidades, pero también hay un terreno de juego muy embarrado. En este contexto toman posesión, este martes a las nueve de la mañana, los nuevos consellers del Govern, que se pondrán en trabajar inmediatamente, con la primera reunión del nuevo Consejo Ejecutivo a las diez.