La insistencia de Salvador Illa ha dado este viernes su resultado. Durante meses, el líder del PSC ha reclamado al presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, que convocara la mesa de partidos catalanes, un espacio de diálogo en que participaran todas las formaciones parlamentarias. Y, hoy, ha conseguido finalmente el 'sí' de ERC. El Parlament ha aprobado una propuesta de resolución presentada por los socialistas gracias a los votos de los republicanos y los comuns, así como la abstención de Ciutadans. Por el contrario, Junts y la CUP han votado en contra.

El texto de la resolución instaba a la cámara catalana a afianzar la centralidad "de la función parlamentaria en el intercambio de ideas y propuestas entre representantes de la ciudadanía de Catalunya", y también reivindicaba como positivo el diálogo entre formaciones políticas catalanas, "más allá de las funciones legislativa o de impulso y control de la acción de gobierno propias del Parlament". Añade, también que la negociación es "especialmente necesaria" en el contexto actual, marcado por un contexto socioeconómico complicado y un ambiente político crispado. Es por eso que la resolución insta al Govern a "propiciar un espacio de diálogo entre las formaciones políticas de Catalunya". El sinónimo del PSC para referirse a la mesa de partidos.

PSC, ERC y comuns se reafirman en el diálogo

Esta no ha sido la única propuesta referida al diálogo en que PSC, ERC y los comuns han votado conjuntamente. De hecho, dos resoluciones de los de Jéssica Albiach han querido ir en la línea de reafirmar el apoyo del Parlament por la mesa de diálogo como vía para resolver entre Cataluña y el Estado, y han conseguido reunir una mayoría de diputados de la cámara para aprobarlas. Una de ellas ha permitido constatar que la Generalitat y el gobierno español "tienen que acelerar la negociación en el marco de la tabla de diálogo". Además, fija que el objetivo tiene que ser "abordar el fin de la judicialización de la política". En esta línea, el texto de los comuns apuesta para reformar el código penal y, en concreto, reformar el delito de sedición, un llamamiento a la cual han podido reunir el PSC y ERC.

Por otro lado, también se ha aprobado una segunda resolución en que el Parlament "reafirma su apuesta por el diálogo y la negociación como método para resolver el conflicto político entre Cataluña y España", en consonancia con las posiciones de los tres grupos. Este texto también ha incluido un dardo hacia Junts, y es que se incluye que la negociación tiene que ser entre gobiernos, y liderada en todo momento desde Catalunya por el presidente de la Generalitat. "En ningún caso, este liderazgo puede ser sustituido por un estado mayor de fuerzas políticas", advierte la propuesta a la cual se ha sumado ERC y que apunta, claramente, hacia el movimiento de Junts para intentar forzar la presencia de figuras de su partido sin cargos en el Govern en anteriores tablas de diálogo, y que provocó el veto de Aragonés.