Europa se encuentra en un momento clave de su historia: después de las crisis de la covid, todavía superando las secuelas en todos los ámbitos sociales y económicos, con una guerra a las puertas del continente y la amenaza de la escalada de las tensiones geopolíticas en Oriente Medio, además de los debates por los retos tecnológicos y económicos, la gestión de las migraciones, y en un contexto bien polarizado con los partidos de extrema derecha, muchos de ellos euroescépticos, en auge por todo el continente. Esta situación crítica, de punto de inflexión, parece que se percibe en la ciudadanía, que tendrá la posibilidad de expresarse en las elecciones europeas del próximo 9 de junio para escoger a los 705 nuevos diputados del Parlamento Europeo y este año se avista una participación récord.

Si bien en España las europeas suelen ser unos comicios más olvidados, con tasas de participación a la baja en comparación con los comicios estatales o autonómicos, este 9 de junio la participación podría llegar al 70%, según el último barómetro del Parlamento Europeo, lo cual supondría unos 15 puntos porcentuales por encima de la participación en los últimos comicios de mayo de 2019 y la participación más alta desde las primeras elecciones europeas que se votaron en el Estado, de 1987 —con un 68,5%—, apenas un año después de la adhesión de España a la Unión Europea (UE).

El Eurobarómetro de esta primavera señala que el número general de europeos interesados en los comicios del próximo junio asciende hasta el 71%, diez puntos porcentuales por encima de los comicios del 2019, a la vez que el 53% considera estas elecciones como "importantes". De hecho, el contexto convulso de escalada bélica y de las tensiones geopolíticas por todo el mundo, a raíz de la guerra de Ucrania y a Gaza, son un factor clave para espolear la participación: el 81% de los europeos encuestados citan estas circunstancias como muy relevantes para ir a votar cuáles serán los representantes de Europa.

Sanidad y pobreza, prioridades en España

Con respecto a los temas concretos que preocupan los ciudadanos, en España el principal es la sanidad pública, seguido de la lucha contra la pobreza y la exclusión social —en los términos utilizados por el barómetro europeo—, que señalan como principal cuestión a abordar el 45% y el 41% de los encuestados, respectivamente. Continúan la lista de principales preocupaciones para los españoles la economía y los puestos de trabajo (38%), la política agraria (31%), la lucha contra el cambio climático (28%), la gestión de las migraciones y el asilo (20%), el futuro de Europa (17%) y la democracia y el Estado de derecho (16%). En mucha menor medida, la defensa y la seguridad (14%), la lucha contra el terrorismo (12%) y la igualdad de género, la inclusión y la diversidad (7%).

 

En Europa, la defensa y la seguridad son una preocupación primordial

En cuanto al conjunto de los europeos, incluyendo el resto de estados miembros, los datos globales muestran un panorama de prioridades diferenciado, con muchas particularidades en cada país. Si bien las dos principales preocupaciones siguen siendo la lucha contra la pobreza y la exclusión social y la sanidad pública —en orden inverso a España— la defensa y la seguridad de la Unión Europea escala a una tercera posición, siendo la principal preocupación del 31% de los europeos. También hay una mayor preocupación por la lucha contra el terrorismo (19%), la democracia y el Estado de derecho (23%), el futuro de Europa (26%) o las migraciones (24%).