Hay un reclamo que resuena: saber la verdad sobre lo qué pasó con los atentados del 17-A después de que el excomisario Jose Manuel Villarejo haya acusado el Centro Nacional de Inteligencia de estar detrás de los atentados. Es por eso que tanto el Govern como la presidenta del Parlament, Laura Borràs, han activado los mecanismos para llegar al fondo de la cuestión. Y eso no ha gustado nada al Gobierno: la delegada en Catalunya, Teresa Cunillera, ha dicho que las declaraciones no tienen credibilidad, mientras que la socialista Alícia Romero ha criticado Borràs por haber encargado a los servicios jurídicos del Parlament una denuncia para que la Fiscalía investigue las acusaciones: "Si la presidenta Borràs quiere pedir informes, que los pida, pero creo que tiene otros trabajos más importantes".

"Pedimos a Borràs que esté por lo que tiene que estar, y no por tareas que no le corresponden y con unas declaraciones de una persona que creo que ha perdido toda credibilidad", ha sostenido la vicesecretaria primera del PSC en una rueda de prensa desde Platja d'Aro, desde donde ha asegurado que Villarejo ya había puesto en cuestión el atentado del 11M de Madrid sin tener pruebas: "Ahora vuelve a poner en duda no sólo unos hechos que ya están judicializados, sino el trabajo de los Mossos y los cuerpos policiales, y eso nos parece grave, y nos parece grave que se le dé credibilidad".

 

No ocultar más información

Cuándo ayer la presidenta de la Cámara catalana anunció que había encargado esta tarea a los servicios jurídicos del Parlament, también acusó al Gobierno "de ocultar información" sobre el atentado en la Rambla y Cambrils "bajo la premisa del secreto oficial", y después de las graves informaciones de Villarejo, argumentó que es urgente que no se oculte más información sobre esta premisa, ya que no aporta credibilidad.

También el presidente Pere Aragonès anunció que investigarían los hechos desde el Govern, y hasta siete partidos registraron una petición en el Congreso de los Diputados para crear una comisión de investigación sobre los atentados: Junts, ERC, CUP, Bildu, PDECAT, BNG y Més per Mallorca. Pero eso parece que no es suficiente para el Gobierno, que está preocupado en decir que las acusaciones no tienen credibilidad y, bajo esta excusa, no investigarlos.

Es en la posición que se ha manifestado también Cunillera, la primera voz del gobierno central que ha dicho alguna cosa sobre el tema hoy, después del silencio atronador español que caracterizó la jornada del martes. Así pues, la delegada del Gobierno ha insistido en que las insinuaciones no tienen una base lógica ni material, y ha asegurado que lo que buscaba Villarejo con ellas era "hacerla grande": "Tiene una larga trayectoria de intentar sembrar sombras de sospecha sin aportar nunca ninguna prueba".

Asimismo, cuando ha sido preguntada sobre si las declaraciones se tendrían que investigar, ha argumentado que ya ha habido un juicio sobre el atentado: "Se ha trabajado de forma honesta y decidida, se ha hecho un juicio y eso es lo que tiene relevancia". Además, ha cargado contra el Govern por "hacer el juego" a esta polémica.