Haya o no acuerdo entre Esquerra Republicana y Junts per Catalunya, a las diez de la mañana de este viernes arrancará el debate de investidura. Este martes, la presidenta del Parlament ha estrenado la ronda de consultas con los presidentes de los grupos parlamentarios -han pasado el PP, Cs, ECP y la CUP- y la acabará este miércoles -con Vox, Juntos, ERC y el PSC. Una vez escuchada la posición de todas las fuerzas políticas de la cámara, designará a un candidato a la presidencia, que tendrá que ser aquel que disponga de más opciones. Es decir, que todos los números los tiene Pere Aragonès. Ahora bien, todavía no hay ninguna garantía de que la investidura sea viable.

El ajustado resultado del 14-F, con un empate a 33 escaños entre el PSC y ERC, ha abierto un escenario inédito a Catalunya, que es que se han postulado dos candidatos, Aragonès y Illa. Ante esta disyuntiva, la última palabra la tendrá Laura Borràs, que tendrá que valorar cuál de los dos tiene más posibilidades para proponerlo. En caso que no estuviera convencida, no se descarta la opción -aunque es remota- que se decantara por organizar un acto equivalente a una investidura pero sin candidato, para poner en marcha así la cuenta atrás de dos meses para nuevas elecciones. Sin embargo, ella misma ha explicado que su intención es ungir a un candidato.

Un acuerdo pendiente de validar, el otro demasiado verde

Con las cartas que ahora mismo hay encima de la mesa, técnicamente ni el uno ni la otra tiene afirmados más votos que los suyos 33. Aragonès no sabrá hasta el jueves, justo la víspera del debate de investidura, si obtiene el aval de los 9 diputados de la CUP, cosa que lo situaría con 42 votos. La militancia de los anticapitalistas debatirá este miércoles si acepta el documento pactado con ERC, pero la CUP no hará público el veredicto hasta el día siguiente. Eso ha hecho que su jefa de filas en el Parlamento, Dolors Sabater, no haya podido avanzar en su reunión con Borràs cuál será el posicionamiento final de su grupo.

La decisión de la CUP, pues, no se conocerá hasta después de la ronda de consultas. Es muy probable que Borràs se tenga que pronunciar antes. Lo más seguro es que tampoco haya habido tiempo para que Junts y ERC lleguen a un acuerdo que el partido de Puigdemont ve todavía demasiado verde. Los 32 diputados junteros son imprescindibles para que Aragonès llegue a la presidencia de la Generalitat. Todo apunta a un pacto in extremis y de hecho, fuentes próximas a Aragonès admiten que no son optimistas y no descartan tener que esperar a después de Semana Santa.

Con respecto a Salvador Illa, los comunes han trasladado a Borràs que no le darán apoyo, como tampoco harán con Aragonès mientras este apueste por explorar una alianza con Juntos. El líder del PSC aspira a arrastrar Cs. Si fuera así, tendría 39 votos a favor, que serían menos que los que podría conseguir el candidato de ERC. De momento, Cs afirma que todavía no se han sentado a negociar con el PSC, pero no cierran la puerta a dar apoyo a Illa para evitar a un presidente independentista.

Segunda votación en martes

La previsión es que la primera votación del debate de investidura, si como todo apunta se designa candidato Aragonès, sea hacia las siete y media de la noche del viernes. Para ser investido necesitará mayoría absoluta. En caso contrario, se tendría que ir a una segunda votación dos días después.

La ley de presidencia no especifica si tienen que ser días hábiles o naturales. Borràs ha sondeado los grupos parlamentarios para hacer que sean hábiles, de manera tal que la segunda sesión de investidura fuera el martes y el no domingo.

Pere Aragonès vota el día de la constitución del Parlament. / EFE