La amplia mayoría que el independentismo dispone en el Parlamento tendrá la translación directa en el hemiciclo. Por primera vez, toda la bancada de la izquierda la ocuparán sólo escaños partidarios de hacer la independencia, mientras que el resto llenarán el ala derecha de la sala, de manera tal que la división entre bloques será todavía más visible en la cámara.

Los portavoces de los ocho grupos parlamentarios de esta legislatura han acordado como se sentarán de ahora en adelante. Aunque de momento explican que la distribución pactada es provisional, fuentes parlamentarias apuntan que lo más probable es que acabe siendo definitiva. Como es habitual, la primera hilera estará reservada a los miembros del Govern de la Generalitat, de momento, todavía los del ejecutivo Torra, a la espera de que se materialice el acuerdo por un nuevo gobierno comandado por Pere Aragonès.

Mirando el hemiciclo desde la silla de la presidencia, a la izquierda se situarán los 74 diputados de Esquerra Republicana, Junts per Catalunya y la CUP. Los anticapitalistas seguirán en las sillas de atrás, como hasta ahora, y su intención es mantenerse ahí toda la legislatura.

Los comunes vuelven donde Rabell y Coscubiela

El hecho de que el independentismo haya ganado peso en la cámara -ahora tiene 74 cuando hasta ahora había 70- ha acabado desplazando a los comunes. Los de Jèssica Albiach habían estado toda la pasada legislatura codo con codo con ERC y Junts, en la parte baja de la bancada izquierda. Ahora, sin embargo, vuelven donde habían estado durante la legislatura de Forcadell y Puigdemont, cuando se llamaban Catalunya Sí Que Se Puede -con Rabell y Coscubiela-, abajo a la derecha.

Al lado tendrán al PSC, que seguirá en el misma lado pero se expande por el espacio que hasta ahora había ocupado Ciutadans, que era el partido con más diputados. Por contra, los de Carrizosa suben hacia el gallinero, junto a Vox y el PP.

Ambiente gélido

Mientras duren las restricciones por la pandemia, este reparto se verá ligeramente alterado, porque los diputados tendrán que dejar un escaño vacío entre ellos. Para que quepan todos, se habilitará la zona reservada en la prensa y el público, así como el palco de invitados, arriba de todo.

Algún miembro de la Mesa ya ha advertido los suyos que vengan abrigados, porque la previsión es que el sistema de ventilación funcione a todo gas para airear el ambiente.

En la imagen principal, el hemiciclo del Parlament vacío. / EFE