Si se trata de deseo o realidad lo demostrarán los hechos. Por ahora, el nuevo gobierno de Pere Aragonès afirma detectar que los aires de cambio que se han instalado en la Generalitat con la llegada de Esquerra Republicana están generando movimientos en Madrid. "Nos está llegando que se quiere adoptar una visión estadista, de resolución del conflicto más estructural de lo que había pasado hasta ahora", ha compartido la mano derecha del president, Laura Vilagrà, en una entrevista en Catalunya Radio.

Con el debate sobre los indultos a los presos independentistas sobre la mesa del consejo de ministros y con la derecha y los barones socialistas presionando a Pedro Sáchez para que no los conceda, la consellera de Presidencia ha insistido en que "no son la primera opción", pero que si llegan serán motivo de alegría para los presos y sus familias. De todos modos, recuerda que la solución pasa por la amnistía y un referéndum pactado sobre la independencia de Catalunya.

Cambio de actitud socialista

De momento, la mesa de diálogo con el Estado todavía no tiene fecha para volver a reunirse, a la espera de que Aragonès y Sánchez reanuden el contacto. Desde el ejecutivo catalán se quiere ir con el trabajo hecho, con unidad de acción. Por ello, si bien les gustaría que se pudiera convocar para antes de las vacaciones de verano, no ponen la mano al fuego. En cualquier caso, de salida, los dirigentes de ERC quieren ser optimistas. "Nos agarramos a esta visión que está explicando el gobierno del Estado". "Todo el mundo se tiene que mover", ha dicho, y ha explicado que empiezan a notar ganas de abrir una nueva etapa".

En este sentido ha puesto en valor la actitud de Salvador Illa como jefe de la oposición. "El tono está siendo positivo", ha celebrado. De hecho, Vilagrà ha reconocido que esperan que "sirva de puente, él que conoce las dos caras de la moneda", como exministro y ahora como líder del PSC en el Parlament.

En cambio, ha evitado concretar sobre cuál tiene que ser el plan B en caso de que la negociación con Madrid no dé los disfrutados esperados. Dependerá, ha dicho, "de cómo evolucionen las cosas" y la decisión se tendrá que tomar en el nuevo espacio de dirección colegiada independentista.

La CUP tendrá mucha más incidencia

Más allá de la negociación con el Estado, la consellera se ha referido a la política interior catalana. Y ha sido clara cuando se ha referido a la relación con la CUP, que se ha erigido com o socio estable en el Parlament, a diferencia de la pasada legislatura. "Es un cambio de paradigma, la CUP tendrá mucha más incidencia en la agenda política". Una constatación que ha hecho preguntada por el primer conflicto que ha tenido que afrontar el nuevo gobierno, a raíz de un desahucio en el Poble-sec que contó con la participación de los antidisturbios de los Mossos. Sobre la cuestión de la vivienda ha aclarado que "son temas que no se resuelven en días, sino que hace falta un trabajo de fondo". Con todo, ha dicho que entiende "perfectamente" que los diputados cupaires se pusieran en primera línea para intentar evitar el desalojo porque "forma parte de su línea política".

En la imagen principal, Vilagrà detrás de Pere Aragonès. / S. Alcàzar