El nuevo president de la Generalitat, que tomará posesión este lunes por la noche, empieza a dibujar cuáles serán sus primeros movimientos. Inmediatamente después de asumir el cargo, Pere Aragonès descolgará el teléfono por comunicarse con Pedro Sánchez y en las próximas semanas viajará a Waterloo para reunirse con Carles Puigdemont. Así lo ha revelado en la primera entrevista que ha concedido, ya investido, para los micrófonos de Rac1.

Desde el día de al suya investidura, el viernes pasado, Aragonès se ha intercambiado mensajes con el presidente del Gobierno, que lo felicitó. "Nos hemos emplazado a hablar después de la toma de posesión", ha explicado, y ha anunciado su voluntad de "hacer una llamada" para ponerse a trabajar con el Estado en dos prioridades: "arreglar bien el tema de los fondos europeos" y la resolución del conflicto a través de la amnistía y la autodeterminación. "Yo he batallado siempre por espacios de negociación y seguiré yendo para acá".

Acuerdo Nacional por la Autodeterminación y la Amnistía

Antes de reactivar la mesa de negociación con Madrid -que espera que pueda reunirse este verano-, habrá dos pasos previos. El uno, un encuentro al más alto nivel entre Pere Aragonès y Pedro Sánchez. La otra, la convocatoria del Acuerdo Nacional por la Amnistía y la Autodeterminación, que es el espacio comprometido por ERC, Junts y la CUP, para trazar una "postura de país" para llevar a la negociación con el Estado. El objetivo, "decir que eso no lo defiende sólo el Govern sino toda la sociedad civil organizada" y sentarse en Madrid con "mentalidad de país". En relación a eso, ha lamentado que demasiado a menudo desde determinados sectores del independentismo se tienda a "criticar el independentismo del otro, que nunca es lo bastante independentista."

En paralelo a la reactivación del diálogo con el gobierno de España, Aragonès tiene la intención de entrevistarse con todos los presidentes de la Generalitat, empezando por Puigdemont. En este sentido, ha pública su previsión de desplazarse a Waterloo en las próximas semanas. Asimismo, ha desvelado que instantes después de su investidura, Josep Rius le entregó una carta del líder en el exilio que ha agradecido públicamente.

De acuerdo con los indultos

En relación a la estrategia independentista, Aragonès se ha comprometido a "no renunciar a la independencia pero trabajar por el día a día". Su apuesta, como ya ha ido desgranando a lo largo de los últimos tres meses, pasa para "forzar el Estado" a aceptar un referéndum. Sobre la posibilidad de que esta consulta a los catalanes sea sobre un nuevo Estatuto, ha adelantado que no será él quien lo plantee. "El referéndum que se tiene que hacer a la ciudadanía tiene que preguntar sobre la independencia". En todo caso, ha dejado la puerta abierta a que sea "la sociedad catalana que diga qué es lo que quiere".

Aunque ha insistido en que la solución al conflicto pasa por la amnistía, no ha renegado de la posibilidad de que finalmente el gobierno Sánchez acabe concediendo los indultos, que ha calificado de "solución individual" que no resuelve el problema. "Seré el primero que se alegrará. Cualquier cosa que sea un paso hacia la libertad de los presos no me opondré, estaré de acuerdo, pero eso no quita que la solución global es la amnistía".

Los deberes de los consellers

Este mismo martes Aragonès anunciará los nombres de los 14 consellers que formarán parte de su ejecutivo. En las primeras horas se reunirá con cada uno de ellos para definir cuáles serán los deberes de cada uno de los departamentos. Ha evitado entrar en las quinielas, pero sí que ha reconocido que con el nuevo conseller de Economía -a propuesta de Junts-, Jaume Giró, le une una "buena relación de amistad". Sea como sea, ha avisado a todos los futuros consellers de que "tendrán que tener muy claro" que deberán aplicar las medidas pactadas entre ERC y Junts, pero también con la CUP".

Con respecto a la gestión del mientras tanto -no llega la independencia-, ha situado como urgente "recuperar la salud emocional del país", con especial énfasis a los jóvenes. "Estamos con deuda con los jóvenes de este país, los tenemos que cuidar", ha dicho.

Matar al padre

Al margen del día a día, la reconstrucción económica de Catalunya y la hoja de ruta independentista, uno de los retos latentes que tendrá Aragonès será gestionar la sombra de Oriol Junqueras y demostrar que quien lleva las riendas es él y no su mentor político. "No me tendré que matar al padre, con la manera que tenemos de entender los roles de cada uno no tendremos problemas", ha advertido. Uno, ha dicho está centrado a presidir el país, el otro, el partido.

 

En la imagen principal, Aragonès en los estudios de Rac1