La irrupción de Xavier Trias en las elecciones de Barcelona ha sacudido esta semana el escenario de Junts. Y no solo en la capital catalana, donde este partido había quedado descolgado de la carrera al consistorio con la inesperada marcha de la candidata escogida en primarias, Elsa Artadi. La ciudad de Barcelona es el epicentro que marca el ritmo del debate de las municipales en Catalunya, es la que arrastra el flujo informativo de manera muy mayoritaria y alinea la posición de salida de los partidos en la batalla electoral. Disponer de un cartel importante en la Plaça Sant Jaume es, por lo tanto, esencial. Alcaldes y alcaldables no esconden que después de la polvareda por la decisión de Junts de abandonar el Govern de Pere Aragonès, el retorno a la primera línea de Trias, de 76 años, exalcalde y exconseller de Jordi Pujol, se ha convertido en un auténtico revulsivo.

"En Barcelona, la aparición de Trias sitúa Junts entre las fuerzas ganadoras y eso actuará como una oleada", sintetiza un dirigente de esta formación, que diagnostica que la entrada en escena del candidato ha reequilibrado fuerzas en la capital catalana y ha permitido a Junts no solo volver a competir con PSC, ERC y comuns, sino también hacerlo "con posibilidad de ser el más votado".

Dobla resultados

Este mes de septiembre una encuesta de la patronal Foment del Treball situaba a Trias como el candidato mejor valorado entre los ciudadanos, empatado con el republicano Ernest Maragall, con un 4,4 sobre 10. Según esta encuesta, las expectativas de Junts se habían doblado ante la posibilidad de que el exalcalde volviera a encabezar la candidatura. Si una encuesta de ElNacional otorgaba en Junts el mes de mayo, poco después de la marcha de Artadi, entre 4 y 5 concejales, el sondeo de Foment, hecho a finales de septiembre, cuando apenas se había apuntado la disposición de Trias a ser candidato, le otorgaba entre 8 y 9. Según esta encuesta, el PSC aparecía como fuerza ganadora (11-12 concejales), seguido de Maragall (10-11) y de la actual alcaldesa Ada Colau (9-10).

Este efecto, según fuentes del partido, va mucho más allá de la ciudad, con especial incidencia en el área metropolitana. "Si Barcelona va bien, va muy bien en el área metropolitana, primeras y segundas coronas", subraya un dirigente próximo al exalcalde que recuerda que en el 2011, cuando Trias consiguió la victoria en el consistorio bajo las siglas de CiU, fue también la primera y única vez en que este espacio ha conseguido presidir la diputación de Barcelona, i la convocatoria de municipales en que CiU consiguió mejores resultados en la primera y la segunda conurbación de la capital.

Aquellos comicios se celebraron medio año después de las elecciones al Parlament en que Artur Mas consiguió llegar a la presidencia de la Generalitat, después del desgaste que representaron para las fuerzas de izquierda los dos tripartitos. En aquellas municipales CiU consiguió la victoria en consistorios que hasta entonces le habían sido vetados como Girona, de la mano de Carles Puigdemont. No obstante, cuatro años más tarde, en el 2015, Trias no resistió el empuje de Ada Colau, que se situó como la fuerza más votada en Barcelona, aunque CiU ganó de nuevo las elecciones a nivel de Catalunya, pero con un fuerte crecimiento de ERC. El 2019, en las últimas municipales, los republicanos consiguieron, por primera vez, ser la fuerza más votada en Catalunya. Aquellas fueron las primeras elecciones en que ya no concurrió CiU sino las siglas de Junts.

Reclamo

Por otra parte, el desembarque de Trias se produce dos meses después de que Junts abandonara el ejecutivo de Aragonès, con la división interna que eso provocó y el efecto sobre la imagen de un partido que ha hecho permanentemente bandera de su vocación de gobierno. La decisión de salir del ejecutivo cayó como un cubo de agua fría sobre muchos de los candidatos y responsables territoriales, que no escondieron su malestar en el consejo nacional que el partido celebró pocos días después. Además, provocó inquietud entre candidatos independientes a los qual Junts intenta fichar para sus listas. Fuentes del partido se muestran convencidos que la decisión de Trias puede servir para contrarrestar aquella situación y recuperar el perfil de gestión de Junts. En este sentido tendría que contribuir también la intensificación de la actividad al territorio de dirigentes como el exconseller Jaume Giró o la exconsellera Victòria Alsina.

De momento, la expectación que ha levantado el retorno del veterano dirigente lo ha convertido en un auténtico reclamo, codiciado por muchos de los alcaldables, que piden su presencia en los actos de presentación de sus candidaturas. Ya antes de confirmar que concurrirá a los comicios, Trias ha participado los últimos días en la presentación de los candidatos de Granollers, El Prat de Llobregat o Mataró, entre otros, pero la confirmación de su disposición a encabezar la candidatura no ha hecho más que multiplicar las peticiones que recibe su equipo, que se declara desbordado e incapaz de atenderlas todas.

Trias blinda la lista

Consciente de esta situación, Trias ha aprovechado sus cartas y ha impuesto sus condiciones. De entrada, ha dejado claro que para concurrir a estos comicios tiene que tener manos libres para confeccionar la lista y que esta ha de mantener un perfil "potente" y profesional, lejos de equilibrios de partido. Situará en las primeras posiciones a Neus Munté y Jordi Martí, como ya avanzó este jueves en una entrevista a ElNacional, a los cuales quiere reconocer el trabajo hecho hasta ahora en el consistorio, pero completará la lista con algunos de los primeros espadas de Junts, como la exconsellera Victòria Alsina, el exconseller y expresidente del Port de Barcelona Damià Calvet -que a las últimas elecciones disputó a Laura Borràs la candidatura al Parlament- y el economista y exconseller Ramon Tremosa. El vicepresidente del partido y portavoz Josep Rius, es otro de los nombres que habría apuntado la disponibilidad a participar en la lista. La concejala Francina Vila o el también concejal y responsable de la Federación de Barcelona, Joan Rodríguez, también tendrán cabida, según fuentes de su entorno.

Por el contrario, el candidato ha mostrado absoluta indiferencia por buscar equilibrios internos entre las diferentes sensibilidades de la formación que han vivido en permanente tensión desde que el último congreso optó por una bicefalia de Laura Borràs y Jordi Turull. De hecho, Trias no ha tenido inconveniente en dar un portazo a un destacado dirigente de las filas de Laura Borràs como Jaume Alonso Cuevillas, del cual se ha limitado a asegurar públicamente que no puede ir a su lista. "Porque es gente que en ocasiones aspira a ser el número 1. Yo necesito gente que entienda que el número 1 ya está. Soy yo el número 1", aseguraba este martes Trias en una entrevista a RNE.

Equipo y campaña

Trias tendrá su propio comité de campaña, que dirigirá Jordi Martí. El partido acepta que dé a su campaña "el enfoque que quiera", según un miembro de la ejecutiva. El candidato tiene intención que su marca personal pase por delante de la imagen de Junts, lo cual no preocupa al partido que admite que su candidato en Barcelona tiene más capacidad de "sumar y ensanchar" que la formación. Por lo tanto, tendrá como en anteriores ocasiones su campaña, con imagen, eslogan y cartelería propia.

También su perfil ideológico. El candidato no ha escondido públicamente las críticas a algunos de los movimientos que ha protagonizado Junts, como la decisión de salir del Govern, y al mismo tiempo no tiene problema en reivindicar el espíritu de Convergència. Defiende su propio perfil ideológico que define como socialdemócrata, "un espacio entre el centro derecha y el centro izquierda, que es soberanista, y que tiene muy claro que se mueve a base de un gran concepto social, pero al mismo tiempo una gran colaboración público-privada", según explica él mismo.

De momento, el equipo de Trias se declara satisfecho por el impacto que ha generado el definitivo aterrizaje en la precampaña de las municipales. Aseguran que no tienen prisa para hacer la campaña, que el candidato es lo suficientemente conocido, al igual que es conocido y valorado el trabajo que llevó a cabo en el Ayuntamiento. El candidato, que podría ya quedar confirmado la próxima semana después de que este jueves Junts puso en marcha el proceso de primarias, ha dejado claro que el desgaste que Colau sufre después de dos legislaturas con gestiones polémicas en cuestiones clave como la seguridad o la organización y la limpieza de la ciudad, serán uno de sus caballos de batalla.

De momento, Trias se deja querer. Mientras el partido ha decidido encomendarse al llamado efecto Trias para tratar de levantar unas expectativas que hasta este lunes por la noche aparecían mucho más grises y que, según el parecer de los estrategas de la formación, ha experimentado un giro radical.