La sentencia del juicio contra el procés ha sido tratada en prensa y medios de todo el mundo desde artículos de opinión que insisten en la dureza de las penas y en la necesidad de encontrar una solución política al conflicto.

Atención para empezar en el editorial del Financial Times, que ya avisa con el título de lo que vendrá: "Las penas de prisión no pueden solucionar la crisis de Catalunya". El diario británico apunta que "hace falta la reconciliación política en España" e indica que "el juicio más importante desde el retorno de España a la democracia a finales de los años 70" se hizo en medio de la tensión política de las elecciones de abril y que la sentencia se ha dado a conocer con la convocatoria del 10-N a pocas semanas.

Aunque el FT considera que "hay pocas razones para creer que el juicio en el Tribunal Supremo no fuera otra cosa que un proceso justo" apunta que la sentencia reconoce que el impulso independentista tenía el objetivo de "hacer presión sobre el gobierno para que aceptara un plebiscito formal", lo cual, por lo tanto, "dificulta la justificación de las sentencias extraordinariamente largas por el delito de sedición que dictó el tribunal".

El mismo medio da por hecho que las sentencias serán apeladas en el Tribunal Constitucional y en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos y alerta que la sentencia puede tener como respuesta que "se radicalice la opinión secesionista y se amplifique la reacción nacionalista española en contra" y concluye que la mejor solución a la crisis es tratar de trabajar con el objetivo de encontrar "el compromiso y la conciliación con los líderes catalanes" pero alerta de que quien lo puede poner difícil es "el feroz nacionalismo anticatalán de Ciudadanos".

España, como a la Europa del Este

Por su parte, Bloomberg publica un artículo de opinión titulado "Las duras sentencias de los catalanes son no europeas", firmado por Leonid Bershidsky, donde se afirma que después de la sentencia, "la independencia judicial no es sólo un problema en Europa del Este".

Con bastante dureza, el articulista asegura que las condenas "plantean la cuestión de si España tiene un problema de ley y orden que tendría que molestar en la Unión Europea cómo se hacen las infracciones de Polonia y Hungría", ya que "pocas otras democracias habrían enviado personas a la prisión durante tanto de tiempo por aquello que no es esencialmente más que un discurso extremo".

"La dureza del castigo es claramente no europea", afirma el artículo de Bloomberg, que recuerda que los sentenciados "no recurrieron a la violencia para alcanzar su objetivo" ni "intentaron tomar el control de las instituciones clave". Además recuerda que en octubre del 2017 pudo constatar personalmente "el carácter no violento de las acciones de los secesionistas".

El artículo concluye que "no se puede esperar que la UE ayude a los independentistas catalanes a obtener la independencia de España", pero que es "responsabilidad de Europa asegurarse de que los estados miembros siguen el estado de derecho" y por lo tanto, "las sentencias draconianas catalanas por delitos políticos no violentos son un doloroso recordatorio para la Comisión Europea que no sólo tendría que mirar hacia el este cuando se trata de mantener los valores europeos".

Otros medios se hacen eco de los disturbios

Otros medios internacionales se hacen eco de los disturbios en Catalunya, como los alemanes Frankfurter Allgemeine y Süddeutsche Zeitung, donde se explica que la sentencia ha incendiado Barcelona en una segunda jornada de protestas.

El británico The Guardian y los franceses Le Monde y Le Figaro también recuerdan que Catalunya ha vivido una nueva jornada de protestas por una sentencia que, en general, se considera como "dura".