Lo mismo que ha dado puntos a la nueva ministra de Economía y Empresa para ocupar este puesto podría dejarla en una situación profesionalmente complicada. Nadia Calviño, que era directora general del departamento de presupuestos de la Comisión Europea, no ha abandonado la UE formalmente. En lugar de renunciar a su plaza, pidió una excedencia para poder adherirse al gobierno de Sánchez.

Según informa el medio especializado Politico, esta excedencia "por motivos personales" no sería suficiente para evitar un posible conflicto de intereses entre las dos posiciones. Aunque Calviño no tenga que negociar directamente los presupuestos de la UE —trabajo que recaerá en la ministra de Hacienda, María Jesús Montero—, sí que tendrá que presionar a sus antiguos compañeros para conseguir un buen negocio para España, explica el medio.

Los estatutos de la UE prohíben conceder excedencias a funcionarios "con la finalidad de participar en una actividad laboral, ya sea remunerada o no, que implique lobbying contra su institución", ya que "podría conducir a la existencia de un conflicto con los intereses legítimos de la institución".

Preguntado sobre cómo se había gestionado la situación de Calviño, un portavoz de la Comisión explicó: "Mientras esté en una excedencia por motivos personales, no recibirá ingresos ni tendrá derecho a ser ascendida. También se parará la pertenencia al régimen de la seguridad social para los funcionarios de la Unión Europea".

Por su parte, fuentes del gobierno español en Bruselas aseguran que "se han seguido los procedimientos burocráticos habituales en estos casos".

El actual ministro de Exteriores, Josep Borrell, fue obligado el año 2012 a dimitir del cargo de presidente del Instituto Universitario Europeo (IUE) después de ser acusado de conflicto de intereses, ya que también tenía un cargo en el consejo de administración de Abengoa.