El exprimer ministro francés y candidato a la alcaldía de Barcelona, Manuel Valls, tiene un doble rasero en relación a lo que es o no es libertad de expresión. Después de su salida de tono en el Premi Nadal, este lunes ha recordado el aniversario de la matanza en la redacción de la revista satírica francesa Charlie Hebdo donde murieron nueve personas. 

Valls ha sentenciado que ante "el terrorismo islámico y el odio" no se tiene que bajar la guardia y defender "siempre" la libertad de expresión. El candidato a la alcaldía de Barcelona también ha asegurado que nunca olvidará los rostros, los nombres de las víctimas.

Por otra parte, esta encarnizada defensa de la libertad de expresión de Valls choca con su grito durante el discurso del ganador del Premi Nadal, Martí Artigau, cuando recordó la existencia de presos políticos en Catalunya. En medio del parlamento de Artigau, cuando este aseguró que "la realidad no la podemos reescribir y de aquí muchos años nos dará vergüenza todo", en referencia a los presos, Valls gritó "¡eso ya lo veremos!", criticando la opinión del escritor.

Ese mismo día, Valls reconoció haber sentido "tristeza, rabia y vergüenza" por la opinión de Artigau, hecho que incurre contra la libertad de expresión del galardonado, cuando con el caso de Charlie Hebdo ha defendido todo lo contrario