Los diputados díscolos de PSOE y PSC que votaron 'no' en la investidura del presidente Mariano Rajoy esperan recibir este jueves más represalias por parte de la gestora socialista. El órgano se reunirá por la tarde en Ferraz para decidir si aplica sanciones a Meritxell Batet, catalana, y Sofia Hernanz, balear, que integran la dirección del Grupo en el Congreso, entre otros diputados. Pero el precedente del catalán José Zaragoza y el balear Pere Joan Pons, relevados como presidente y portavoz en la comisión Mixta para la Unión Europea hace pensar a los afectados consultados por El Nacional que la gestora no hará excepción.

Zaragoza no fue avisado hasta poco antes de la celebración de la comisión Mixta este miércoles a las 9h sobre la posibilidad de relevarlo. Concretamente, la decisión le fue comunicada en las 8:30h por parte del portavoz al Congreso, Antonio Hernando. Según algunos diputados, Hernando estaría actuando de correa de transmisión cuanto a este tipo de decisiones. Ahora bien, según fuentes próximas al exsecretario de organización del PSC, este se esperaba lo que algunos medios habían hecho público la noche antes. Es decir, que la gestora planeaba colocar a otra persona en su lugar.

Así fue, cuando Pons y Zaragoza asistieron al órgano en cuestión y en voz alta se pronunciaron los nombres de Soraya Rodríguez –presidenta– y Eduardo Madina –portavoz. "Quien manda, decide" dicen las fuentes. Precisamente, no es casual que se haya escogido en una figura como la de ladiputada por Valladolid. Rodríguez es próxima a la gestora presidida por Javier Fernández y a Elena Valenciano, vicesecretaria general del PSOE. Ambos, a su vez, son próximos también a Alfredo Pérez Rubalcaba, personalidad que ha cogido el control del poder provisional socialista en Ferraz.

Es con este mismo precedente que los otros diputados del "no" esperan ser tratados. La jueza Margarita Robles –número dos del PSOE por la lista de Madrid y fichaje estrella del exsecretario general, Pedro Sánchez– fue otra sublevada y candidata a presidir la comisión de Justicia. Así y todo, fuentes próximas a Robles dicen que seguramente la gestora le notificará en la misma comisión –o quizás un rato antes– qué no será la escogida. El nombre que colea es el de Pedro Muñoz, que era la personalidad asignada para este cargo en febrero, durante la legislatura que fue fallida.

Por el lado de Meritxell Batet y Sofia Hernanz, dos de las díscolas que integran la dirección del Grupo parlamentario, todo hace pensar que serán expulsadas. Es el mismo precedente que ya habría vivido el propio José Zaragoza el año 2013, cuando decidió dimitir de la dirección del grupo tras el incumplimiento por parte de 13 diputados del PSC de la disciplina de voto relativa a una votación sobre el derecho a decidir en Catalunya. Entonces fue la primera vez que el acontecimiento tenía lugar en tres décadas, y Rubalcaba también era entonces el exsecretario genera de la formación.

Otra diputada en el punto de mira es la zaragozana Susana Sumelzo, portavoz a la comisión de Cooperación para el desarrollo. Sumelzo pide que el partido se deje de mirar "a sí mismo" y trabaje por los ciudadanos, aunque es posible que la dirección del grupo esgoja a otra personalidad para su cargo. Esta sanción iría acompañada de otra hace un par de semanas, cuando la misma Sumelzo fue castigada orgánicamente en Aragón del cargo que ocupaba. La cuestión es que su presidente autonómico Javier Lambán fue uno de los artífices de derrocar a Sánchez. 

Y para el resto de los 15 diputados que no integran presidencias ni direcciones, la sanción prevista podría rondar en torno a los 600 euros.

Entre la oportunidad y el malestar

Pero lejos de sentirse afectados, algunos diputados próximos al PSC viven el tema como una oportunidad para empezar de nuevo y reconstruir los lazos con el partido hermano. "Si este es el precio a pagar, entonces mira, adelante" decían algunos de los afectados a El Nacional. También piensa así el primer secretario, Miquel Iceta. La cuestión es que este mismo lunes el propio Iceta y el presidente de la gestora, Javier Fernández, se dieron dos meses para decidir el futuro de ambas formaciones mediante una comisión. La idea era crear restablecer una relación que sea sostenible y no comprometa a ninguno de los dos.

Por su parte, la gestora mira hacia otra parte y el portavoz Mario Jiménez considera que la reconfiguración se corresponde con el nuevo rumbo del partido. "Se tomarán las decisiones coherentes con la situación política y con la necesidad de construir mejores equipos para dar respuesta a este momento" dijo Jiménez en una entrevista radiofónica. Así las cosas, no todo el mundo opina por igual en el Congreso y ya hay quien reivindica que esta no sería la manera de "coser" la formación para reconstruirse de cara al futuro. Y sobre si Sánchez podría liderar a la facción molesta, el temor empieza a planear en Ferraz.