El gobierno del PSOE autorizó en el año 1995 la entrevista de TVE a un preso de los GAL, el exdirector general de Seguridad Julián Sancristóbal, en Alcalá-Meco. El preso no tuvo en este caso el maltrato formal que ha sufrido el candidato de JuntsxCat, Jordi Sànchez, en la prisión de Soto del Real, con una escenografía percutante: una bandera española, un retrato del Rey y una mesilla minúscula.

Todo lo contrario, el preso de los GAL, vinculado al terrorismo de Estado contra ETA, apareció con una mesa normal, sin ningún símbolo del Estado presente, y con un trato exquisito que pasaba por normalizar la entrevista. Un fondo neutro y una perfecta iluminación completaron la escenificación.

El entonces ministro de Justicia e Interior, el socialista Juan Alberto Belloch, asumió en el Congreso toda la responsabilidad de haber autorizado que las cámaras de TVE entraran en la prisión. Mientras tanto la oposición, formada por el PP e IU, pedía la cabeza al ministro y también al entonces director de la televisión española, Julià García Candau.

Altares Sancristobal