Del excomisario Villarejo todavía no se ha contado todo, y a pesar de ahora pueda salir de la prisión -en paralelo a la posibilidad que salgan a la luz supuestas grabaciones que pondrían en peligro la Casa Real-, le salpica otro negocio turbio que habría tenido lugar en Arabia Saudí.

A finales de octubre ya se reveló que el policía habría vendido armas a la monarquía saudí en espaldas del ministerio de Defensa. Ahora, como adelanta Público, se apunta que Villarejo habría viajado a Oriente Próximo acompañado de dos personajes de pasado dudoso, el primero, el narco José María Clemente Marcet, buscado por los Estados Unidos, Francia y España; el segundo, el hijo del último alcalde franquista de Madrid, Joaquín Arespacochaga, imputado por el desvío en paraísos fiscales de 21 millones de euros de ayudas en Cádiz.

Según el mencionado diario, que publica imágenes de un encuentro fechado supuestamente en el 2013, al menos en un viaje fueron juntos los tres para entrevistarse con los príncipes Naef y Saud Bin Fawaz Al Shaalan, hermanos gemelos y el primero de los cuales fue condenado por un tribunal de París, junto con el catalán Clemente Marcet, a diez años de prisión por el envío de 2.000 kilos de cocaína de Venezuela a la capital francesa pasando por Riad. Ni el saudí ni el catalán han ingresado nunca en la prisión. Villarejo sí, pero quizás por poco tiempo.