La ministra de Justicia en funciones, Dolores Delgado, ha lamentado la "forma de hacer política" de Vox, "basada en las injurias e insultos", como los vertidos contra ella por el portavoz en la Asamblea Regional de Murcia, Juan José Liarte, que la llamó puta, tiparraca y embustera, y ha avisado de que "hay artículos del Código Penal donde esta acción encaja perfectamente".

Así lo ha indicado la titular de Justicia en una entrevista en la Cadena Ser en la que ha asegurado que no va a denunciar al dirigente de Vox a título personal porque se trata de "injurias contra una persona que es autoridad pública", como es su caso, y que "quien tiene que manifestarse es la Fiscalía".

La ministra ha insistido en que la ciudadanía "está cansada de la crispación" y ha acusado a Vox de basar "demasiado" su discurso en temas de género, dirigidos a las mujeres, "con esta violencia verbal". "Después del insulto, ¿Qué queda? ¿A dónde pasamos?", se ha preguntado.

Asimismo, ha llamado a la reflexión sobre los discursos que cuestionan la violencia de género, el "terrorismo machista" que ha dejado ya 1.001 muertas oficiales, un asunto sobre el que "no se puede banalizar". "Tenemos que concienciarnos, y especialmente los que estamos en política sobre este discurso del odio. Es cuestión de todos los demócratas saber con quiénes se pacta y con quiénes no", ha apostillado en alusión a PP y Ciudadanos.

Delgado ha apuntado que los líderes de estos partidos no se han dirigido a ella tras los insultos de Vox y ha subrayado que "por encima de ideología, está la democracia, el respeto y la ejemplaridad como políticos". Además, ha apuntado que después "pasarse la vida intentando buscar la justicia y persiguiendo a terroristas" en su carrera como fiscal, para ella, es "realmente frustrante" encontrarse con personas que "no tienen escrúpulos".

Sobre la sentencia del Tribunal Supremo contra La Manada, la ministra de Justicia ha admitido que no le sorprendió. En este sentido ha dicho que los hechos que se recogían en la primera sentencia "definían una acción de agresión sexual" y ha subrayado que el Gobierno quiere que pase a la calificación de violación: "Los hechos eran concluyentes. La interpretación Supremo se ajusta perfectamente a esos hechos".